3.000 alumnos de la Complutense se manifiestan contra el desalojo policial
Puyol mediará para crear un aula cultural, pero descarta que los universitarios la gestionen
La manifestación se inició sobre las 12.15, después de que dos estudiantes encapuchados descolgaran una inmensa pancarta en la fachada de la Facultad de Ciencias de la Información: 'Para las empresas hay espacios; para los estudiantes, porrazos. La universidad es nuestra. ¡Tomémosla! Rector y equipo decanal, dimisión', rezaba el cartel. Unos 3.000 estudiantes, en su mayoría de esta facultad, acompañados por un puñado de profesores, de algunos de los inmigrantes encerrados en Matemáticas desde hace más de un mes y de trabajadores de Sintel, se dirigieron hacia el rectorado al son de una nueva versión de la canción de la mediática Tamara: 'No cargues, no cargues, no cargues'.
Los alumnos celebraron una sentada frente al edificio del rectorado, cerrado a cal y canto. 'No nos mires, tírate', abuchearon a las escasas personas que osaron asomarse a la ventana. 'Rectorado, dimisión' y 'fuera policía de la universidad' fueron las consignas elegidas. La facultad había suspendido las clases por tercer día consecutivo ante la huelga indefinida, una protesta que pretendieron extender al resto de la universidad -con escasísima repercusión, según fuentes de la universidad, y secundada al 85%, según los estudiantes-.
Tras leer un comunicado exigiendo un aula social autogestionaria para la facultad y la dimisión del rector, Rafael Puyol; el decano, Javier Davara, y el delegado del Gobierno, Francisco Javier Ansuátegui -por el desalojo,el pasado lunes, de los 50 estudiantes que habían ocupado el laboratorio de microfilmado-, Puyol recibió a una delegación de los estudiantes. 'Me he comprometido a que no haya ningún tipo de sanción', explicó el rector.
Además, Puyol prometió 'mediar' con Davara para que los estudiantes tengan más facilidades para conseguir un espacio -'que no tiene por qué ser uno fijo'- donde puedan realizar sus actividades culturales. Con dos condiciones: que no sean autogestionarias, ya que el reglamento de Asociaciones de Estudiantes de la Universidad Complutense lo prohíbe, y que 'tengan algo que ver con las actividades propias de la universidad'.
'No resulta agradable'
Puyol, que entiende que 'bajo ningún concepto' debe dimitir, justificó la intervención policial del lunes, autorizada por él mismo 'y de mutuo acuerdo con el decano', algo que niega Davara. 'Cuando un grupo ocupa un espacio de forma ilegal y con violencia, el rector tiene dos opciones: o transige con una política de actos consumados, que pone en entredicho la autoridad académica y la normativa universitaria, o procura buscarle una solución, aunque no le resulte agradable', manifestó.
El rector sigue manteniendo que un testigo ocular aseguró por escrito, en el expediente informativo que han iniciado los Servicios de la Inspección, que comprobó 'por dos veces' que la puerta del laboratorio de microfilmado estaba cerrada antes de que lo ocuparan los estudiantes. No volvió a repetir, eso sí, que los estudiantes habían embestido contra la puerta y los bolardos de la calle de acceso con un coche. Algo que dio mucho juego a los estudiantes, que parodiaron con un cochecito rojo de cartón ('el alunizador') equipado de serie, con dos ganzúas, la 'violenta' entrada en una casita roja ('el aula social').
Los estudiantes aseguran que la puerta estaba abierta cuando llegaron y que la ocupación fue 'absolutamente pacífica'. 'Hemos llevado el vídeo [en el que grabaron su acción]al rector, pero se ha negado a verlo', dijo un alumno de periodismo de los que se reunieron con el rector. Puyol, en cambió, sostuvo que los estudiantes no habían llevado la cinta al encuentro. Una cita planteada, según los alumnos, como 'diálogo, pero no como negociación'.
'Hemos decidido suspender la huelga indefinida para dedicar todos los esfuerzos a realizar en el vestíbulo de la facultad y en la universidad las actividades que teníamos programadas para el aula social', relató María Álvarez, una portavoz de los estudiantes, tras una asamblea que tuvieron después de la reunión con el rector. 'Queremos seguir movilizándonos, pero en otra dirección', adelantó. En su opinión, la mediación del rector 'no sirve para nada', ya que no es compatible con que las actividades programadas sean gestionadas por los propios alumnos.
El próximo jueves, la facultad celebrará una junta extraordinaria para tratar sobre la entrada de la policía en el campus, que tanto a los estudiantes como a la oposición política en la Asamblea de Madrid les ha recordado 'a los tiempos de Franco'.
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