La presidenta del Congreso niega la defensa al socialista acusado por Matas

'No se pueden tirar penaltis después de finalizado el partido', remachó ayer Luis de Grandes, el portavoz del PP en el Congreso, para explicar por qué su partido y la presidenta de la Cámara, Luisa Fernanda Rudi, se negaron a conceder un turno de palabra al diputado socialista al que el ministro de Medio Ambiente, Jaume Matas, acusó la tarde anterior de lucrarse con un negocio privado que tuvo relaciones con una empresa pública mallorquina.

Para replicar a una denuncia de supuesta compra de votos de emigrantes en Formentera, Matas sacó un escándalo antiguo, ya desactivado judicialmente, que se destapó en Menorca en 1991 y 1992. El ministro acusó al socialista Albert Moragues por participar en una empresa privada, Italoibérica de Importaciones, cuando era presidente del Consell de Menorca, para dedicarse a comercializar la producción de Explotaciones Piscícolas Menorquinas, la sociedad pública del Consell que él mismo controlaba.

El PP, en 1991, derribó a Moragues de la presidencia del Consell mediante una moción de censura pactada con un tránsfuga socialista y le acusó de beneficio privado a través de las inversiones públicas. La acción penal contra Moragues fue archivada sin cargos en 1992 por los jueces. Moragues actualmente es secretario general del PSOE de Menorca.

El PP y Rudi sostuvieron que existen múltiples precedentes de acusaciones similares a ministros que han quedado sin defensa y argumentaron que detener por esa razón la sesión de control perjudicaría la agilidad de los debates.

Precedente

El caso Moragues ha marcado un precedente de consecuencias aún incalculables en la historia parlamentaria del Congreso. Moragues fue duro y acusó a Matas de intentar así manipular los votos y de usar métodos antidemocráticos para mantenerse en el poder, lo que el PP situó ayer como la imputación de los delitos contenidos en los artículos 140 146 de la ley electoral. Matas estalló, se desvió del sentido de esas acusaciones y rescató el archivado escándalo.

Matas se negó ayer a rectificar. El PSOE no llevará el asunto a los juzgados 'para no judicializar la vida política' pero trasladó ayer su quejas a una junta de portavoces extraordinaria, donde protestó ante Rudi por su trato 'desequilibrado' y favorable al Gobierno.

La oposición exigió ayer a Rudi que concediese en un pleno la palabra al afectado para que se defendiese en el hemiciclo. Rudi y el PP se negaron tras dar el incidente por 'cerrado' y denunciar una campaña de acoso contra la presidenta. Primero argumentaron que el interesado no pidió la palabra en su momento (algo que portavoces de varios partidos desmintieron); luego apuntaron precedentes a su favor sobre situaciones similares (insultos a miembros del Gobierno que quedaron sin respuesta) y terminaron por agarrarse a la defensa del modelo de debates de control (en los que los tiempos están muy tasados). El PSOE encargará ahora a Moragues que haga más preguntas en el mismo sentido hacia Matas.