El presidente del obispado alemán pide un tercer Concilio Vaticano

La necesidad de convocar un tercer concilio vaticano para revisar los actuales planteamientos de la Iglesia católica en materia de liderazgo está de nuevo sobre el tapete. La plantea esta vez el cardenal Karl Lehmann, presidente de la Conferencia Episcopal alemana desde hace 15 años y una de las voces más progresistas de la jerarquía católica, si por progresismo se entiende una capacidad mayor de la habitual para abordar los problemas que la vida moderna plantea al clero y a la religión.

'Hace tiempo me parecía inútil pedir la convocatoria de un Concilio Vaticano III. Sin embargo, seguramente ha llegado ya el momento de pensar de qué manera deberá tomar la Iglesia sus decisiones en el futuro sobre algunas cuestiones fundamentales de la pastoral', declara Lehmann al diario La Stampa. En el último sínodo para Europa, celebrado en el Vaticano hace dos años, fue el arzobispo de Milán, el cardenal Carlo Maria Martini, el que suscitó el tema de la necesidad de una reunión de todos los obispos para abordar los problemas de gobierno de la Iglesia, aunque lo hizo de forma más velada.

El presidente de los obispos alemanes -que el año pasado provocó una enorme polémica al aceptar, en una entrevista radiofónica, la posibilidad de que el Papa pueda dimitir- considera que el consistorio (reunión de todos los cardenales de la Iglesia católica) convocado por Juan Pablo II para el próximo mes de mayo podría ser la ocasión idónea para discutir sobre cómo desarrollar una mayor colegialidad en la Iglesia.

Insatisfacción papal

El primero que no parece satisfecho con el sistema centralista que impera en el gobierno de la Iglesia es el propio Karol Wojtyla, que, como recuerda Lehmann, en la carta apostólica Novo Millenio Ineunte, publicada al concluir el Jubileo de 2000, ya deja constancia de esta deficiencia. En un párrafo del documento, el Pontífice señala que los medios para lograr esta colegialidad no son satisfactorios, y subraya la necesidad de reflexionar sobre el tema. El Papa menciona como bases esenciales de esa colegialidad el sínodo, la curia romana, las conferencias episcopales y el colegio cardenalicio. 'Ciertamente, está el Papa, y están la curia y los sínodos, cuya autoridad nadie discute', dice Lehmann. 'Sin embargo, yo espero que el Papa, al convocar este consistorio, lo haya hecho pensado en alguna fórmula para encontrar un camino que se dirija hacia una mayor colegialidad', añade el cardenal.

Lehmann, vicepresidente del organismo que agrupa a las Conferencias Episcopales Europeas, cree que una cuestión de debate debería ser la del primado del Papa, uno de los mayores obstáculos para el diálogo ecuménico. 'Hace mucho que este tema se está estudiando, aunque es difícil decir cómo se podría superar. Podrían cambiar las normas sobre las que se basa el ejercicio de este primado, aunque quedara intacto el fundamento'.