La independencia es la única vía para salvar Montenegro, aseguran los economistas
El llamado Grupo de los 17 culpa a Yugoslavia de la crisis y de la falta de inversiones
Inconformista radical y tremendamente crítico -'no creo que exista otra forma de concebir la vida'-, Medojevic dice que los montenegrinos, 'todos, desde el presidente hasta el portero de la presidencia', se han puesto una venda en los ojos para aceptar, y practicar, la corrupción en todos sus niveles. 'El Gobierno es un Gobierno corrupto, las élites intelectuales jamás han levantado la voz contra las prácticas ilegales y la opinión pública brilla por su ausencia. Todo eso bendecido con la casi inexistencia de una prensa libre', espeta este miembro del llamado Grupo de los 17.
Su seguridad en las afirmaciones reside en haber puesto muchas veces el dedo en la llaga. Sabe que tiene razón. Que la economía montenegrina va a la deriva. Que los extranjeros no invierten en Montenegro. Que la pobreza es galopante. Y que la solución está en la independencia. Entonces, para demostrarlo suelta una ristra de datos desalentadores como prueba. La cifra oficial de paro supera el 30%, 'aunque en realidad es superior al 80%, ya que sólo 65.000 montenegrinos [de ellos, 12.000 con sueldos del Estado] tienen un salario regular con un horario de trabajo regular, de una población activa de 350.000 ciudadanos', apostilla Medojevic. Y prosigue: 'La producción está sólo a un 30% de su capacidad debido al despilfarro y mal uso de los equipos'.
A pesar de que esta pequeña república (similar a la provincia de Sevilla) mantuvo las distancias respecto a Belgrado durante el régimen de Slobodan Milosevic, Montenegro ha pasado inadvertida para los inversores extranjeros debido a los temores de inestabilidad en la región. 'En 10 años, el PIB ha caído un 60%, y la renta per cápita no supera los mil dólares [casi 190.000 pesetas]', prosigue Medojevic.
'La independencia es la única solución para salvar la economía y el país al mismo tiempo', asegura convencido y entusiasta este economista. 'Es hora de dar un paso adelante y obtener la independencia', proclama quien asegura que su voto de hoy en las elecciones legislativas de Montenegro será para la Alianza Liberal de Slavko Perovic, partidaria de la total separación de Serbia.
En opinión de Medojevic, los 650.000 habitantes montenegrinos no tiene ningún peso en la Federación Yugoslava que comparte como un lastre con la poderosa Serbia (ocho millones de habitantes sin contar los estimados dos de la provincia de Kosovo bajo la administración de Naciones Unidas desde 1999). Sin embargo, Miodrag Vukovic, asesor presidencial de Milo Djukanovic, considera que la economía montenegrina se ha puesto ya 'en marcha'. Señala la aceptación del marco alemán como sustituto del dinar yugoslavo en 1999 como el principo de 'la buena senda de la economía de Montenegro'.
Esa decisión fue una medida adoptada por el Ejecutivo de Djukanovic para proteger a Montenegro de la política monetaria inflacionista del régimen del entonces presidente Milosevic. Pero Vukovic concede que 'las cosas marcharán mejor cuando el futuro esté claro'. Todo ello a pesar de que hoy día Podgorica disfruta de una ayuda directa de 45 millones de dólares aportados por EE UU (es la segunda ayuda de la Administración norteamericana tras la de Israel) y la Unión Europea, a pesar de lo cual no se han realizado inversiones de peso desde la privatización, en 1998, de la mayor fábrica de cerveza del país en Niksic (noroeste).
'La comunidad internacional cometió un grave error al apoyar sin condiciones a Djukanovic', ataca de nuevo Medojevic. 'Desde 1997, el mundo en general y el pueblo montenegrino en particular prometieron guardar silencio y se dijeron: 'Ahora no, ahora no es el momento de criticar a Djukanovic por la corrupción', aun sabiendo que el tráfico ilegal de cigarrillos es uno de los más grandes del mundo y de sus relaciones con la mafia'.
'Por todo ello hay que apoyar la independencia, para de una vez por todas dejar de culpar a los demás de nuestros errores', enfatiza quien dice sentirse solo junto a sus convicciones. 'Siempre ha habido alguien a quien culpar. Si no era Milosevic, es uno de sus pupilos. Obtengamos la independencia y seamos responsables de una vez de nuestro país', dice Medojevic.
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