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LA PRECAMPAÑA ELECTORAL VASCA

Atentado fallido de ETA contra una familia con dos concejales del PP

Estalla un pequeño artefacto junto a la casa de un miembro de Unidad Alavesa en Vitoria

Maribel Marín Yarza

La bomba, accionada con un temporizador, había sido colocada en una jardinera de la ventana de la vivienda, en el bajo de un edificio de la calle Axular. Nadie dormía en esa habitación en el momento de la explosión, si bien dos de los seis hijos de Dorda -que ayer se encontraba en Madrid- descansaban en otros dormitorios. 'Sólo pienso en que hemos tenido una suerte infinita', aseguraba una de las hijas de la concejal hondarribitarra, 'porque si no, mi hermano Carlos, que está fuera, nunca lo habría contado'.

Influyó la suerte, pero también las precauciones adoptadas ante un posible ataque de la kale borroka. La familia blindó precisamente esa ventana en 1999, después de que los violentos arrojaran por equivocación varios cócteles mólotov contra el domicilio de un vecino. De no haberse reforzado el cristal, la bomba, que afectó a varios vehículos estacionados en las inmediaciones, podría haber causado daños mucho mayores en el interior de la vivienda.

Al oír la explosión, la familia pensó inmediatamente que se trataba de un nuevo acto de kale borroka. No era la primera vez que sufría el acoso de los violentos, que ya han atacado la farmacia que una de las hijas de Dorda regenta en la localidad guipuzcoana. Pero en esta ocasión, la Consejería vasca de Interior apuntó desde el principio más alto: atribuyó directamente el atentado a la banda terrorista y así se lo comunicó a la familia. 'La Ertzaintza nos ha dicho que no cabe ninguna duda de que es un artefacto puesto por ETA', afirmaron dos hijas de la concejal a las puertas de su casa. Poco después aportó aún más datos. 'La bomba contenía cuatro kilos de dinamita de la robada este año en Francia y disponía de un detonador de los que la banda utiliza habitualmente'.

La familia Lizarraga-Dorda afrontó el atentado con sentimientos contradictorios. De una parte, los hijos y hermanos de los concejales del PP respiraban por haber escapado a desgracias mayores; de otra, hablaban con rabia y cierto sentimiento de responsabilidad por el susto que se llevaron los inquilinos del inmueble. ¿Están todos bien? 'Al vecino de arriba le han tenido que llevar al hospital, y no sabemos si es por un ataque al corazón o una taquicardia'. Fue una crisis nerviosa provocada por la explosión.

La organización terrorista ha atentado contra los dos concejales del PP en vísperas de que arranque, el próximo jueves, la campaña electoral vasca y un mes después de su último atentado mortal, el que costó la vida el 20 de marzo al edil socialista de Lasarte Froilán Elespe, y provocó las dimisiones en cascada de una decena de concejales de este partido en distintos municipios del País Vasco.

El atentado frustrado volvió a sembrar ayer la inseguridad tanto entre los ediles populares como en los del PSE, una sensación que resumió Lizarraga: 'Hemos recibido amenazas, pero las genéricas de todo el mundo que ha tomado una determinada opción política en este país', lamentó horas después de la explosión. 'Por desgracia no nos permiten vivir en libertad. Esto es una política de exterminio'.

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Las juntas de portavoces de los Ayuntamientos de Irún y Hondarribia aprobaron ayer -con la ausencia de los ediles de EH- sendos comunicados de condena, en los que ensalzaron la vida y la libertad frente a los ataques de ETA. También los representantes de todos los partidos arroparon a la familia Lizarraga-Dorda. El diputado general de Guipúzcoa, el peneuvista Román Sudupe, transmitió su solidaridad y destacó que ha quedado una vez más al descubierto el verdadero rostro 'totalitario y fascista' de ETA. Otros, como la presidenta del PP en Guipúzcoa, María San Gil, se rebelaron contra la banda Terrorista. 'No nos van a echar del País Vasco', aseguró. 'Los concejales me han dicho que no van a flaquear, que van a seguir peleando'.

La dirigente popular aprovechó para lanzar una pregunta al PNV: 'Cuál es la libertad que hay en el País Vasco cuando ya no tenemos opción ni a elegir dónde queremos vivir. Vamos a tener que acabar viviendo en guetos controlando nuestras viviendas, con medidas de seguridad que a mí se me escapan, para que no sintamos que nuestra intimidad puede ser violada. (...) Ya no tenemos miedo del coche-bomba o del tiro en la calle, sino que ya hasta en nuestra casa el estar durmiendo genera una inquietud tremenda', denunció.

También ayer, un artefacto casero estalló a las 20.42 en la puerta del domicilio de un matrimonio de afiliados de base de Unidad Alavesa (UA), en el primer piso del número siete de la plaza de la Constitución, en Vitoria, sin que se produjeran heridos, informa Eva Larrauri. "No me ha dado en la cara por segundos", dijo ayer Miren, hija del matrimonio formado por Ángel Martín y Teresa Morato. Tanto ella como su madre vieron el artefacto sospechoso "compuesto por un aceite claro y humeante" y salieron del edificio, mientras un vecino llamaba a la Ertzaintza. En ese momento estalló.

La bomba, una pequeña bombona de gas accionada con una mecha, provocó daños de consideración en el primer piso y desperfectos en todo el hueco de la escalera, hasta el sexto. Al lugar de los hechos se trasladaron los bomberos, dos ambulancias y la Ertzaintza, que cortó la calle durante una hora. Un portavoz de la Dya dijo que "una persona tuvo que ser atendida de un ataque de nervios severo". Tres horas y media antes, unas 2.000 personas se habían concentrado en la misma plaza de la Constitución para iniciar la manifestación convocada contra ETA por la Plataforma Libertad.

Estado en que quedó la ventana donde ETA colocó la bomba.
Estado en que quedó la ventana donde ETA colocó la bomba.JAVIER HERNÁNDEZ

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