Libro: saber y libertad

Los libros son un activo fundamental para la libertad y el progreso de un pueblo. EL 23 de abril, cuando el calendario nos reúne un año más en torno al mundo del libro, se afianza nuestro convencimiento en que sólo una cultura del libro sólida y articulada -esa cultura por la que estamos trabajando desde la Generalitat valenciana- puede garantizar el desarrollo de una sociedad madura y democrática.

Durante toda esta jornada, nuestra geografía asiste a numerosos actos que rinden homenaje a la letra impresa, silenciosa acompañante en esas lecturas que tantos y tan enriquecedores viajes nos han procurado sin reparar en las fronteras que imponen el tiempo y el espacio, obstáculos que la palabra y la imaginación permiten franquear. Discretos y poderosos arietes contra la intolerancia, los libros siguen prolongando su existencia en el tiempo, han superado el desafío de las nuevas tecnologías, y vuelven a mostrarse igual que siempre como privilegiados instrumentos para universalizar la cultura, y como garantes de la democratización del saber que hace libre al hombre.

Desde el momento en que la Generalitat valenciana planteó la creación de una dirección general específica que se ocupara del sector del libro y del sector editorial en nuestra Comunidad, la necesidad de mantener e incrementar esos valores democráticos y universales tan íntimamente ligados al hecho literario ha dirigido todas y cada una de las actuaciones que hemos abordado en este ámbito.

En este sentido, la apertura al público de la Biblioteca Valenciana de San Miguel de los Reyes, ha marcado un antes y un después en esta apuesta sin precedentes por el patrimonio bibliográfico valenciano, convirtiéndose, en un periodo de tiempo relativamente corto, en referente de una política del libro comprometida con la conservación de nuestros fondos, con la difusión y el estudio de los mismos, y con la promoción de actividades literarias de todo tipo, desde presentaciones de libros, hasta seminarios y exposiciones.

Si la Biblioteca Valenciana -con esa síntesis de tradición y modernidad que representa y su intensa programación cultural- personifica el presente de los esfuerzos de la Generalitat, el futuro del sector en nuestra Comunidad tiene en su horizonte inmediato una serie de actuaciones que harán posible consolidar un política del libro más competitiva. Entre estas medidas, quiero destacar la Ley del Libro, cuyo borrador está siendo estudiado en estos momentos por el Consell Valencià de Cultura, una normativa por la que se creará el Consejo Asesor del Libro, organismo en el que estarán representadas todas las instancias implicadas en el sector editorial y que actuará como motor para el establecimiento de políticas coordinadas. Tampoco podemos dejar de lado el futuro Pueblo de los Libros, que se ubicará en Requena y que sigue configurándose como una realidad próxima que se materializará en la presente legislatura.

La normalización de las relaciones entre la Administración y el sector editorial de nuestra Comunidad, avala la futura norma y es fruto de una política decidida de apoyo y potenciación del sector por parte de la Generalitat valenciana, desde donde hemos multiplicado las subvenciones a la industria editorial (con un considerable aumento de las destinadas al libro valenciano), estimulando con premios una producción de calidad, incorporando líneas de ayuda absolutamente novedosas (libros profesionales, proyectos editoriales característicos, revistas culturales). A estas muestras de nuestro compromiso con el sector, hay que añadir la creación de una publicación, Letras Valencianas, que con carácter cuatrimestral, gratuitamente, ofrece una detallada información de las novedades editoriales más importantes, y con una tirada de 10.000 ejemplares distribuidos por escuelas, librerías, centros de venta y bibliotecas.

La pulsión lectora, el apetito por la adquisición de nuevos saberes, germina, o debería germinar, en los primeros estadios del proceso educativo. Quien accede a esa pasión ya no podrá abandonarla. Por ello, las actuaciones dirigidas al fomento de la lectura tienen en los colegios a unos agentes activos de capital importancia. En este escenario cabe reforzar las relaciones entre escuela y bibliotecas, y la reglamentación de una red de bibliotecas públicas cohesionada ocupa, en este ámbito, un lugar prioritario entre las propuestas de futuro que harán posible una cultura del libro propia.

El sistema de informatización de fondos que estamos preparando, accesible para cualquier usuario de la Comunidad Valenciana; la elaboración de un catálogo colectivo único para todas las bibliotecas; y el desarrollo de un censo de lectores, nos llevará a los valencianos a disfrutar de una verdadera democratización del libro.

Éste es el objetivo que nos mueve porque sin libros no hay democracia. Y si la democracia es diálogo, todos convendremos que la salud democrática de un país está vinculada a ese peculiar diálogo silencioso que empieza cuando abrimos las páginas de una obra. Sin duda, el Día del Libro es un magnífico día para iniciar una nueva conversación con cualquier autor, para abrir otro libro y para abrirse a los mundos que nos ofrecen sin pedir nada a cambio.

Manuel Tarancón es consejero de Cultura y Educación de la Generalitat.