_
_
_
_
_

Los vecinos y la cúpula de ERC frustran el intento del alcalde de Cassà de permitir la línea de Enher

Las divergencias sobre el tendido de Les Gavarres dividen al equipo de gobierno republicano

El intento de aprobar la propuesta en un pleno celebrado el pasado lunes convirtió el salón de sesiones en una olla a presión, con pancartas en las que se acusaba de traidor al máximo representante de un partido que había hecho bandera del rechazo a la línea durante la campaña electoral municipal. Baulida, superado por los acontecimientos, optó por aplazar la sesión hasta dentro de nueve días, a pesar de que su pacto puede aprobarse con los dos votos de sus ediles leales y los de la oposición de CiU y PSC.

En la suspensión pesó la intervención de los máximos dirigentes de su partido, que le presionaron para evitar una peligrosa ruptura del equipo de gobierno. Tanto el diputado en el Congreso Joan Puigcercós como Josep Lluís Carod Rovira, secretario general, tomaron cartas en el asunto.

Baulida justificó su decisión de aplazar el pleno refiriéndose a posibles 'defectos de forma' en un convenio elaborado con 'demasiada prisa' y lamentó que algún vecino hubiera podido dar crédito a ciertos bulos en los que se aventuraba que su decisión de pactar el paso de la línea obedecía a oscuros intereses o a algún soborno.

Desde que se anunció el pacto con Enher, por la población circularon anónimos en los que se criticaba su cambio de postura. Baulida insistió en su idea de que resulta demagógico afirmar que el paso de la línea generará problemas de salud. El alcalde entiende que el problema es solamente de impacto visual y ecológico. La compañía Enher sostiene que no ha habido contraprestación económica de ningún tipo para la mejora del municipio que haya influido en el alcalde para firmar el convenio que deber permitir el paso de la línea. Todas las inversiones previstas en el núcleo urbano se incluyen en una partida del Departamento de Industria para toda Cataluña.

La línea de Les Gavarres, entre Juià y Castell d'Aro, que debe solucionar la carestía energética del centro de la Costa Brava, no se construirá a corto plazo si las partes en litigio deciden esperar las resoluciones judiciales. En estos momentos existen cuatro contenciosos que implican, además de a la compañía eléctrica, a ayuntamientos, la Generalitat y la coordinadora Antilínea.

El enquistado conflicto de la línea parecía en vías de resolverse cuando en julio del año pasado Enher accedió a cambiar el trazado en algunos puntos, muy próximos a las viviendas, mientras que los ayuntamientos de Cassà de la Seva y Llagostera parecían decididos a abandonar su pretensión de que se soterrara el tendido, algo que la compañía siempre rechazó por su desorbitado coste.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

La compañía Fecsa-Enher ha puesto en marcha durante la Semana Santa su habitual plan de emergencia para minimizar las incidencias de la sobredemanda energética en la Costa Brava. El plan entró en vigor el pasado 7 de abril y se mantendrá hasta el 17. Entre las medidas se incluyen revisiones de las líneas y las subestaciones, almacenaje de repuestos e incremento de los equipos de guardia ante posibles emergencias. La precariedad afecta, según la compañía, a unos 400.000 usuarios, con un incremento previsto del 8% respecto al consumo del año pasado.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_