Flores reconoce públicamente la derrota de su partido

Lourdes Flores, la candidata de Unidad Nacional, guardó silencio hasta ayer noche (hora peninsular española esperando el milagro: que los votos que restaban por escrutar compensasen la distancia de 2,5 puntos con el candidato que le arrebató el segundo puesto en las elecciones. Pero no fue así; con un 73,12% de papeletas escrutadas, la diferencia de se mantenía intacta, y Flores reconoció al fin públicamente su derrota.

La candidata conservadora, primera mujer que se presenta a la presidencia del país, afirmó ante la prensa que con las elecciones se ha iniciado 'un cambio histórico y cultural muy significativo' del cual los peruanos deben sentirse 'honrados'. 'A pesar que no vamos a estar en la segunda vuelta, Unidad Nacional otorgará ese liderazgo constructivo que necesita el país'. Flores señaló que su alianza realizó una campaña caracterizada por 'la seriedad, por ofrecer ideas sin comprometer una falsa promesa'. Admitió, sin embargo, que careció de la 'perspicacia de llegar suficientemente con un mensaje que se creía era el mejor para el país'.

La candidata de Unidad Nacional ocupó durante la mayor parte de la campaña el segundo puesto en las preferencias de los electores. Pero el ex presidente Alan García, en un sprint final impensable hace unas semanas, logró en el último momento colarse en la final y desplazarla al tercer lugar.

El principal error de Flores fue permanecer impasible ante la campaña que la señalaba como la mejor opción para la continuidad del fujimorismo y de ser la candidata preferida de los sectores de nivel socioeconómico más alto de Perú.

Otro error, aseguran los analistas, fue de enfoque. Unidad Nacional concentró todos sus ataques en Toledo, descuidando la candidatura de García. 'Nunca imaginamos que los peruanos podrían votar por Alan García. Eso fue nuestro error', comentó uno de los asesores de Flores.