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Basta de desconfianzas

Mientras en Valencia andamos a decretazo limpio y recelo visceral entre Rectores y Generalitat, los catalanes acaban de enseñarnos cómo empezar una discusión, sobre un tema delicado, como es el agotamiento de la Ley de Reforma Universitaria (LRU).

En Mayo, la Generalitat Catalana creó una Comisión de Reflexión sobre el futuro del ámbito universitario para disponer de un diagnóstico sobre aquellos cambios imprescindibles para adaptar su sistema universitario al entorno europeo y a las nuevas circunstancias sociales, demográficas y económicas. A pesar de poner a su frente a un ex rector, la comisión quedo formada por 23 miembros, en su mayoría ajenos a la universidad.

Sus conclusiones (www.gencat.es/dursi) dicen que el futuro pasa por el eje de la autonomía universitaria y de la flexibilidad de las estructuras, unido ello a la responsabilización sobre actuaciones (la financiación se liga a resultados y a contrato programa). Se pide la sustitución de la LRU por una ley de bases que deje margen de maniobra a los gobiernos autonómicos de los cuales dependen las universidades. Coincidiendo con otras opiniones (La perpetua reforma de la universidad. EL PAÍS, 22 de marzo de 2001) aboga por facilitar a las universidades sus propios métodos de selección de profesorado, personal y estudiantes. He aquí un pequeño resumen de lo allí recomendado:

a) Desaparición de los Consejos Sociales y su sustitución por un Patronato. Un órgano reducido, sometido al Parlament, cuyos miembros y Presidente serán nombrados por la Generalitat, con criterios de calidad y competencia.

b) El Rector, máximo responsable académico, será elegido por el Patronato, una vez consultada la comunidad universitaria. Un gerente se responsabilizara de la gestión y administración bajo la dirección del Rector y del Presidente. El Consell Acadèmic organizara la enseñanza y la investigación y el Claustro será un órgano de participación con funciones de consulta y supervisión.

c) Se suprime el personal funcionario que deberá ser sustituido por un sistema de contratación propio de cada universidad. Habrá categorías entre el profesorado, para incentivar la carrera académica y facilitar la flexibilidad, con escalas salariales fijadas por el Patronato. La selección se hará mediante un proceso transparente que incluye la evaluación de expertos externos y otras pruebas.

d) Las universidades dispondrán de un sistema propio de acceso, bien definido y que permita la selectividad por Centros. Se exige el aumento del sistema de becas para asegurar que no se pierde ningún buen estudiante.

Como puede observarse, unas conclusiones situadas en las antípodas de las propuestas de nuestra Conselleria. Incluso muy alejadas de lo que esta preparando el ministerio para revisar la LRU y del informe Bricall, encargado por los rectores españoles.

Por radicales que suenen estas recomendaciones, no son mas que una adaptación de la forma de funcionar de la mayor parte de universidades solventes del mundo. Es posible que el informe no levante oleadas de entusiasmo, pero su gran virtud es demostrar que hay otra forma de hacer política, como ésta de crear una comisión de reflexión, en un marco de serenidad y respeto. Una metodología que prestigia y da confianza a un Gobierno.

En Barcelona tienen un documento de trabajo para la negociación con el Gobierno sobre la ley de Universidades, valorando tanto que venga 'desde fuera de lo universitario', como que haya sido elaborado por personas de criterio de la sociedad catalana que opinan de manera colegiada. El hecho que sus conclusiones no coincidan en nada, con lo que se está proponiendo desde la Generalitat Valenciana, no deja de causar un cierto azoramiento.

La forma de hacer las cosas al Norte del Ebro demuestra que hay otros métodos para enfrentar problemas complejos. Desgraciadamente, nada que ver con lo que está ocurriendo por estos pagos, donde hablar de universidad es hablar de desconfianza, un disparate que la Comunidad Valenciana no puede permitirse por más tiempo.

Gregorio Martin es catedrático y director del Instituto de Robótica de la Universidad de Valencia.

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