Toledo gana las elecciones presidenciales de Perú, según los primeros sondeos
El candidato populista logra más del 40% de los votos en la primera vuelta de las presidenciales
Los principales candidatos desayunaron en su casa o sede electoral ante las cámaras de televisión, aunque sólo los tres grandes congregaron una nutrida representación periodística en lo que constituyó un último acto de campaña, a pesar de que la hora de la propaganda concluyó el jueves pasado. Toledo llamó a los peruanos a acudir a las urnas, a votar "por el futuro", a "no repetir la historia", y reiteró lo que ha sido una constante en su campaña: "Hay razones fuertes para pensar que ganaremos en primera vuelta".
Alan García compareció junto a su familia en la sede electoral del Apra y pidió el voto de sus conciudadanos "pensando en el país y no contra alguien". Aseguró que mantenía la esperanza de estar en segunda vuelta. Idéntica expectativa mantenía Lourdes Flores, que acudió a votar en Lima acompañada de su padre. Flores obtuvo entre un 21% y un 22,8%. Otros candidatos también habían convocado a los medios de comunicación a compartir desayuno, pero el escaso público que lograron reunir era la confirmación anticipada de lo que vaticinaban las encuestas: las elecciones son cosa de tres.
En este sentido, el ejemplo más revelador lo constituye el candidato del Frente Independiente Moralizador (FIM), Fernando Olivera, que obtuvo por medios desconocidos el vídeo difundido el pasado 14 de septiembre en el que el ex asesor presidencial Vladimiro Montesinos sobornaba a un congresista tránsfuga. La cinta conmocionó al país y provocó el rápido desmoronamiento del régimen que terminó con la huida de Perú del presidente Fujimori y de su asesor. El congresista Olivera se lanzó a una cruzada contra la corrupción tratando de rentabilizar en términos electorales el éxito de su denuncia inicial. Su candidatura empezó con fuerza y buenos resultados en los sondeos. Quizá cantó victoria antes de tiempo y su luz se fue apagando al mismo ritmo que crecía la candidatura de Lourdes Flores primero, y la de Alan García después.
Irrupción de Alan García
La cabeza de lista de Unidad Nacional despegó el diciembre con apenas un 8% en las encuestas. Poco a poco, presentando una imagen de honestidad en tiempo de corrupción, la abogada Flores fue ganando terreno hasta dejar en la cuneta a Olivera y empezó a inquietar a Toledo, cómodo líder en todos los sondeos. Hasta que irrumpió el fenómeno García. El ex presidente fue el último en inscribir su candidatura y en incorporarse a la campaña, cuando sus adversarios llevaban mucho terreno recorrido. Pocos apostaban por el líder del APRA, el partido histórico peruano. Exiliado desde el autogolpe de Fujimori en abril de 1992, García fue sometido a una permanente campaña de desprestigio por el régimen, que lo presentó como el mayor enemigo de Perú.En estas condiciones, el denostado García regresó el 27 de enero pasado. Sin perder un minuto se puso a trabajar. En dos meses recorrió el país con su oratoria brillante en la que ha sido la mejor campaña, según coinciden todos los observadores, donde ha rehuido todo ataque a sus adversarios y se ha presentado como un candidato que ha aprendido de sus errores. Los sondeos vaticinan, para sorpresa de muchos, que ha convencido a muchos peruanos, y hoy le otorgan serias posibilidades de disputar la segunda vuelta.
Todos los candidatos han exhibido una capacidad ilimitada de prometer lo posible y lo imposible. Los economistas coinciden en que todos han ofrecido mucho más de lo que la capacidad de recaudación del Estado permite. Doblar el sueldo de los maestros, concluir las obras de infraestructura pendientes, crear miles de puestos de trabajo, Internet para todos los colegios del país, crear un Banco Agrario que terminaría en manos de los agricultores...
Probablemente, ha faltado tiempo para organizar un proceso electoral en mejores condiciones, sobre todo por la falta de credibilidad de los dirigentes y la fragilidad de los partidos políticos. Pero, como declaró ayer Luis Bambarén, presidente de la Conferencia Episcopal, los peruanos "han salido del túnel, con la ayuda de Dios", porque "lo del año pasado no fueron elecciones", refiriéndose al monumental fraude cometido por Fujimori. Los observadores internacionales desplazados a Perú, desde el ex presidente norteamericano Jimmy Carter, a la delegación de la Unión Europea o de la Organización de Estados Americanos (OEA), han certificado la credibilidad democrática de los comicios.
Los residuos del fujimorismo se han agrupado en la candidatura que encabeza el ex ministro de Economía, Carlos Boloña, antiguo amigo de Montesinos con veleidades golpistas. Las encuestas no le dan más del 2%.
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