Zapatero reclama el voto nacionalista para forzar ya el cambio en el PNV
Redondo pide diálogo pero para combatir a ETA
El máximo dirigente del PSOE, aprovechó también la presentación de los 75 candidatos al Parlamento vasco para exigir al presidente José María Aznar que sea él quien haga un reconocimiento expreso de que el PP no tuvo hacia el PSOE la lealtad en la lucha antiterrorista que hoy recibe de éste.
Zapatero acusó a Xabier Arzalluz de haber vuelto a cerrar la esperanza abierta por la conferencia del ex lehendakari José Antonio Ardanza en Madrid el martes, en la que propuso aplazar el debate sobre la soberanía hasta que desaparezca la violencia. Con su rechazo de esta oferta, el presidente del PNV 'está llevando a su partido a un túnel oscuro y solitario, sin salida ni futuro'. Y advirtió: 'Quien se acerca a los fundamentalistas, acaba contagiado y renunciando a su propia posición'.
A renglón seguido, llamó a los votantes del PNV, 'a todos los nacionalistas de buena fe', a impulsar el cambio en ese partido negándole su voto el 13-M, para decir en las urnas lo que piensan en silencio sobre la deriva de su dirección. 'Que tengan la claridad histórica de dar ese salto, que es ya el único modo de llevar al PNV a un proceso distinto'. También les animó a una defensa 'sin complejos' del Estado democrático español y de la Constitución de 1978, 'la votaran entonces o no', porque 'renegar hoy de ella es renegar de la libertad y la democracia', dijo.Zapatero y Redondo ironizaron sobre la autoridad de Ibarretxe: tildaron de 'gracioso' que sea él quien hable de gobiernos 'teledirigidos', en alusión a su sometimiento a la dirección del PNV, y criticaron que se dedique a 'recoger firmas' en lugar de 'garantizar la seguridad de todos'.
El líder del PSOE tuvo también que contentar a las posturas más encendidas del socialismo vasco. Había recibido en público una advertencia del secretario general del PSE alavés, Javier Rojo, quien reclamó que el PNV pague el daño ocasionado a la convivencia: 'José Luis, el cambio tranquilo está bien, pero el cambio con rebeldía también'. Zapatero le respondió: 'Estate tranquilo Javier, que el cambio en Euskadi será rápido y profundo'. Zapatero garantizó que no habrá 'ni duda, ni actitud tibia ni concesión, sino planteamientos contundentes y exigencias claras a quien quiera ser Gobierno' con el PSE: 'Lealtad al Estatuto y la Constitución, seguridad y respeto para todos'.
Redondo, en un discurso más atemperado que otras veces y también dirigido en parte a los nacionalistas no soberanistas, llamó a éstos a no tranquilizar su conciencia pensando que votar a Ibarretxe es votar algo distinto de la política de Arzalluz, quien en realidad manda en el Gobierno vasco, dijo.
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