Fomento paga 60.000 millones por el Eix Transversal, ya liquidado por la Generalitat

Si se corrige esta doble contabilización, el resultado es que los casi 157.000 millones de pesetas que Fomento asegura haber invertido en carreteras en Cataluña en los últimos tres años se quedan reducidos a unos 97.000.

El dato sería apenas un factor de confusión para estudiosos de las inversiones, que buscarían 150 kilómetros financiados que no existen, si no tuviera, además, traducción política. El hecho es simple. El Gobierno central explica a Germà Bel que en el año 1998 invirtió en carreteras un total de 75.222 millones de pesetas; al año siguiente, esa cantidad se redujo a 50.256 millones; en el año 2000, la cifra de inversiones caía a 31.970 millones. Unas cifras que se contradecían abiertamente con las afirmaciones de Jordi Pujol y del consejero de Política Territorial, Pere Macias, que aseguraban que las inversiones de Fomento en infraestructuras han subido en los últimos años.

La explicación es más inesperada: estas cantidades no corresponden a inversiones en nuevas carreteras en su totalidad, sino que incluyen las transferencias hechas al Gobierno catalán por el Eix Transversal, obra declarada en su momento 'de interés general'.

Si se descuentan las dos partidas abonadas por este concepto, las cantidades son mucho más homogéneas y se mueven constantemente en torno a los 30.000 millones anuales de inversión, aunque si se descuenta la inflación de las cantidades invertidas, éstas manifiestan una constante tendencia a la baja. La comparación con años inmediatamente anteriores a 1998 no tiene demasiado sentido, explica Bel, porque corresponde a los años de restricción inversora como consecuencia de la convergencia de Maastricht.

CiU sostiene que en los últimos años se ha producido un giro en las inversiones del Gobierno central en Cataluña, debido a la política de entendimiento entre la coalición catalanista y el partido de José María Aznar. Para demostrarlo aducen que las inversiones han subido al 15% del total del Estado, mientras que en años de Gobierno socialista no superaban el 11%. 'Esos porcentajes habría que volver a calcularlos si lo que se considera como inversión en obra nueva es pura transferencia por obra ya hecha', afirma Bel, quien se ha interesado por las inversiones en carreteras y también por las correspondientes al ferrocarril convencional, es decir, excluida la línea de alta velocidad. Esta exclusión está justificada porque en estos momentos empiezan a concentrarse las inversiones en territorio catalán, pero son puramente circunstanciales e insostenibles repetidamente.

El resultado es muy similar al de las inversiones en carreteras, una vez descontado el Eix Transversal: un volumen en torno a los 8.000 millones anuales (6.000 millones en 1999 y unos 10.000 millones en el año 2000). Según Bel, 'el análisis de las inversiones de Fomento en Cataluña en carreteras y ferrocarril convencional confirma la congelación, cuando no el retroceso'.