Tres Cantos celebra los diez años de su segregación
Los habitantes de la localidad más joven de la región disfrutan de un elevado nivel de vida y comodidad
Es la ciudad más joven de la región y sus habitantes también lo son. Con 10 años de vida, que cumplió el pasado 21 de marzo, el 70% de la población de Tres Cantos tiene menos de 40 años y un tercio no llega a los 20. Mientras Europa busca soluciones para evitar el envejecimiento de su población, en Tres Cantos hay niños por todas partes y a todas horas: en la calle, en los parques y en las tiendas. Y otros están a punto de nacer y engordar el censo.
'La mayoría de los habitantes son parejas con hijos que apostaron por un alto nivel de vida', explica María de la Poza, alcaldesa de Tres Cantos por la formación Tres Cantos Unido (TCU). La población, según las estadísticas municipales, tiene un nivel de formación universitaria y un poder adquisitivo elevado que alejan a Tres Cantos de la imagen de ciudad dormitorio de la periferia de Madrid.
La población ha registrado un crecimiento de casi un 74% en menos de dos décadas
Esta población joven imprime carácter a las otras facetas de la vida tricantina: un cuarto de sus habitantes pertenece al Patronato Deportivo Municipal y muchas empresas presentes en la localidad forman parte de los sectores económicos más punteros del mercado, como las nuevas tecnologías, la comunicación o las ciencias de la vida. Además, hace unos días el Ayuntamiento tricantino y CC OO han firmado un convenio de colaboración para la formación gratuita de desempleados de la localidad en diversos oficios como carniceros, pescaderos o cajeros, así como operadores de cámara y sonido.
'Tres Cantos ha sido un éxito por la calidad y la cantidad de empresas que ha logrado atraer', señala Jorge Calderón, presidente de la Asociación de Empresarios, que agrupa al 92% de las empresas presentes que representan a 14.000 de los 15.000 empleos generados en esta localidad. Calderón añade que Tres Cantos ha logrado algo todavía más importante: 'Una excelente convivencia entre las zonas residenciales y las industriales'.
La proximidad del parque de la cuenca alta del Manzanares hizo que 'se apostara por una industria limpia', explica Calderón. Proyectos en marcha, como la instalación de la Ciudad de la Imagen, que Sogecable tiene en fase de construcción, o un gran centro comercial, muestran el dinamismo de esta población.
En 1982, 50 personas vivían en lo que hoy es el término municipal de Tres Cantos, entonces unos terrenos de Colmenar Viejo. Hoy son 37.053, lo que supone un crecimiento del 73,900% en menos de dos décadas. 'Ésta es una ciudad de pioneros', explica Enrique Soto, un vecino que llegó al centro de la ciudad en 1983, en el sector llamado Descubridores.
'Cuando llegamos aquí teníamos que llevar las bolsas con la basura en el coche hasta Madrid. Y si alguien iba a comprar, ponía un cartel en el corcho para que los vecinos escribieran lo que necesitaban. No había nada y todo nos lo hemos ganado luchando', añade.
Un sentimiento de fraternidad y reivindicación entre los vecinos que aún se mantiene. 'Las fiestas o los nombres de las calles los hemos decidido los vecinos', dice Soto. 'Hemos tenido la gran suerte de crear una ciudad desde cero y eso no se olvida'.
Soto y sus vecinos, sin embargo, no fueron los primeros habitantes del lugar. Años antes, una primera oleada de pioneros, más reducida en número, ocupó el Soto de Viñuelas, una zona de chalés unifamiliares que hoy es un curioso centro histórico con apenas 25 años de vida y situado en el extrarradio de la ciudad.
María Luz, una vecina de la calle de Orduña, se instaló en 1977: 'Teníamos hijos pequeños y queríamos vivir en el campo'. Hoy, el Soto de Viñuelas mantiene la tranquilidad de una zona residencial, pero poco queda ya de su antiguo paisaje silvestre.
El momento más difícil de la corta vida de Tres Cantos fue, según los vecinos, su segregación de Colmenar Viejo. Una separación que los tricantinos califican como 'el premio por una larga lucha, hartos de pagar impuestos para no tener ni las calles asfaltadas'.
Andrés, un vecino de Colmenar Viejo, sentencia: 'Los de Tres Cantos se quedaron con un Ayuntamiento nuevo y nosotros con las deudas [contraídas] para construirlo. Todavía hoy esperamos al tren'. Que la línea C-7 de cercanías sólo llegue hasta Tres Cantos, donde el primer tren arribó el 20 de octubre de 1991, es algo que aún escuece a muchos en Colmenar Viejo.
Estas discusiones enfrentaron a los dos municipios durante años, pero hoy parece que las posturas conciliadoras se imponen. 'Que la segragación se hizo mal es innegable, pero de eso no tienen la culpa los ciudadanos de Tres Cantos. Tenemos que entendernos y colaborar porque somos dos pueblos vecinos. He asistido encantado a las celebraciones del décimo aniversario', explica José María Federico, alcalde de Colmenar Viejo, quien asegura que 'pronto también tendremos el tren de cercanías'.
Mientras, el Ayuntamiento tricantino ya piensa en crecer, aunque esta cuestión ha levantado ampollas en la animada vida política de la ciudad. 'Tenemos que conjugar crecimiento y calidad de vida, pero oponerse al crecimiento, como hacen algunos, es absurdo. La actual carestía de viviendas sólo provoca que los precios de los pisos estén por las nubes', opina la alcaldesa independiente María de la Poza, que gobierna con el apoyo de los concejales del Partido Popular.
El PSOE, por su parte, ha mostrado su oposición al plan porque, en su opinión, privatiza el escaso suelo público urbanizable que tiene la localidad y pone en peligro el nivel de vida alcanzado.
El Plan General de Organización Urbana, que la alcaldesa De la Poza espera tener aprobado en un plazo no superior a 15 meses, será el primero que tenga la población. De algún modo supondrá la prueba de fuego de Tres Cantos para alcanzar la mayoría de edad 10 años después de ver la luz.
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