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Carta del corresponsal
Columna
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CARRETERAS DE RIESGO

Un informe de la ASIRT dice que las carreteras portuguesas figuran 'entre las más peligrosas del mundo' y alerta sobre la 'falta de respeto increíble' de los conductores'

Las vacaciones de Semana Santa aconsejan extremar la prudencia en las carreteras nacionales, pero aún más si viaja al vecino Portugal, un país visitado por cerca de un millón de españoles durante estas fiestas de Semana Santa. A pesar de los esfuerzos de las autoridades de Lisboa por frenar esta plaga, los accidentes de circulación aumentaron ostensiblemente con respecto al mismo periodo de tiempo del año anterior, si bien disminuyeron ligeramente las víctimas mortales.

Portugal sigue siendo uno de los primeros países de la Unión Europea con mayor número accidentes y víctimas por habitante, junto a la peligrosísima Grecia. Sólo en Lisboa fueron denunciados a la policía en el primer trimestre de 2001 más de 22.000 accidentes, de los cuales 327 fueron atropellamientos de peatones, con un resultado, entre estos últimos, de 5 muertos y 97 heridos graves.

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Las cifras no dejan lugar a dudas en todo el país. Durante el primer trimestre de este año, fueron registrados 50.211 accidentes de tráfico, con un total de 384 muertos y 14.000 heridos, de ellos 1.500 de gravedad, frente a los 45.545 accidentes y 388 muertos del mismo periodo en el año anterior. Los últimos 25 años de este siglo se saldaron con un balance de 1.043.431 accidentes, 56.059 muertos y 1.376.961 heridos, en un país que no alcanza los diez millones de habitantes. Sólo en los últimos diez años hubo más de 20.000 muertos en las carreteras portuguesas, el doble de los soldados que perecieron durante los 14 años de guerras coloniales en África.

El mal estado de las carreteras, el exceso de velocidad, el alcohol, la falta de respeto por las señalizaciones y los adelantamientos irregulares constituyen las principales causas de los habituales accidentes de circulación, según los informes de las autoridades portuguesas, que, recientemente, anunciaron el endurecimiento de las medidas contra las infracciones de tráfico.

Un informe de la Association for Safe International Road Travel (ASIRT), una organización no gubernamental creada en 1995, explica que las carreteras portuguesas figuran 'entre las más peligrosas del mundo' y muchos de sus conductores 'no tienen la más mínima noción de la conducción' y demuestran 'una falta de respeto increíble' por el código de circulación. Según el documento de la ASIRT, recogido recientemente por el diario Público, los turistas que quieran reducir los riesgos de morir en carretera deberán extremar las medidas de prudencia en países como Egipto, Kenia, Sri Lanka, Marruecos, Turquía y Portugal.

En el caso concreto de Portugal, los especialistas de la ASIRT recomiendan la máxima atención por diferentes y alarmantes motivos: 'Las carreteras portuguesas son, de lejos, las más peligrosas de Europa. Su estado de conservación es variable, y la señalización, muy pobre. No es raro encontrarse con conductores alcoholizados o con exceso de velocidad. Durante la noche, algunos vehículos circulan sin luces o con las largas siempre encendidas. La conducción es peligrosa, imprevisible y sin respeto por las normas de prioridad. Es frecuente encontrar automóviles circulando por el medio de las carreteras y adelantando en curvas o cambios de rasante'. El informe advierte de que estos riesgos aumentan durante los meses de verano y temporadas de vacaciones, con especial incidencia en las conexiones entre Lisboa y el Algarve, considerada 'de alto riesgo', y Lisboa y Cascais, donde 'la tasa de accidentes es muy elevada'.

Un lector del Diário de Notícias, que desde hace meses ha abierto una sección diaria sobre este asunto, explicaba que el problema de los accidentes es responsabilidad de todos los portugueses, 'desde el que planea y construye las carreteras a los que fabrican y mantienen los vehículos, incluyendo, evidentemente, a los que conducen y fiscalizan los automóviles. Todos tienen su cuota de responsabilidad en esta hecatombe'. Gonçalves Nunes reconocía que el problema 'es una vergüenza para todos los portugueses' y recordaba las palabras de un responsable del tráfico en Suecia: 'Los portugueses conducen como ladrones de coches'.

El director del Automóvil Club de Portugal (ACP), Pedro Vidal Pinheiro, admite que 'el sistema tiene que ser mejorado' y lanzaba una llamada a los responsables de las autoescuelas: 'Los monitores deben transmitir a los alumnos su preocupación por la seguridad y explicarles que están manejando un arma mortal'. 'Las autoescuelas', dice, 'preparan a los jóvenes para aprobar un examen, tal y como ocurre en el sistema educativo; sólo les enseñan a responder a las preguntas. (...) De las 30 horas de teoría, deberían recibir dos por un psicólogo. Enseñar un comportamiento cívico, porque no tenemos una cultura de seguridad vial'.

Al margen de estas recomendaciones, los viajeros españoles podrán disfrutar en Lisboa de una ciudad plagada de agradables sorpresas y una variada oferta turística. El barrio Alto, Alfama, la desembocadura del Tajo, Sintra, Estoril o las playas próximas a la capital pueden ofrecer unas placenteras vacaciones a los turistas, sin olvidar que los precios no son los de antaño.

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