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Columna
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El talibán Tarancón

Pues nada, que nos dice el señor consejero Tarancón que la Universidad está llena de profesores 'fundamentalistas' que forman alumnos 'fundamentalistas' que luego se convierten en profesores 'fundamentalistas' y eso produce la 'fractura social' por culpa de la lengua. El valenciano que se enseña, 'que es el que está propiciándose desde la Universidad no es entendido como propio por los valencianos'. Según Tarancón, 'es a la Universidad a la que le corresponde reflexionar respecto a por què defienden el modelo de la unidad de la lengua cuando la sociedad no está ahí'. Según nos advierte el señor consejeo, 'la sociedad no se equivoca'. Puede ser. Pero, ¿y si la equivocan? Y si desde los medios de comunicación se pasan veinte años apabullando a la sociedad con mentiras, acusaciones y descalificaciones a la Universidad, diciendo que aquello es un gueto, que está llena de traidores al pueblo valenciano, vendidos al oro catalán o vaya usted a saber qué, se manipula la información, se crea un estado de opinión totalmente crispado por motivos partidistas, por motivos políticos, por parte de una serie de desvergonzados que sabían que estaban mintiendo -cuyos nombres están en la mente de todos- cuando todo esto ha sucedido, ¿qué tiene que decir la sociedad?. La sociedad forma su opinión en función de la información y formación que recibe. Y si esta información y formación es interesada, partidista, equivocada a sabiendas, ¿qué tiene que decir la sociedad? Pero no es así del todo. Porque, ¿qué quiere decir el consejero Tarancón? ¿Que toda la sociedad está en posesión de la verdad? ¿Que toda la sociedad piensa como él dice? ¿Quiénes son los culpables de esa 'fractura social', quienes promovieron la crispación y el enfrentamiento entre valencianos con motivo de la lengua, entre otras cosas?

Muerto el perro se acabó la rabia. Desapareció la UCD y sus principales dirigentes que promovieron la manipulación grosera de la información. Desapareció de la dirección del diario decano la señora que se dedicó a encrespar los ánimos y a propiciar los enfrentamientos callejeros. En la ciudad de Valencia, claro, no en todo el País Valenciano. Lo que ha traído, como consecuencia, la casi desaparición del partido que vivía políticamente de estos enfrentamientos que eran su mejor caldo de cultivo. Parece ser que se había calmado aquel clima, en ocasiones preocupante por su violencia, creado por quienes, ellos sí, se habian comportado como verdaderos talibán. Parece ser que se habían acallado las voces de quienes se movían porque tenían el respaldo mediático y partidista y a la vista, sobre todo, de su gran fracaso como, modestamente, me permití pronosticar en su momento. En esas estábamos cuando héte aquí que nos sale el consejero Tarancón, convertido en nuevo talibán y nos plantea, de nuevo, el enfrentamiento, la 'fractura social' con la lengua como causa y motivo. Fuera mejor que el responsable de Educación se preocupase de explicarle a la sociedad, que tanto le preocupa, por qué un buen centenar de miles de millones destinados a la enseñanza, no se han invertido donde debían y en qué se han invertido. Deje de ser un nuevo talibán y recuerde sus tiempos de liberal y demócrata. Y deje tranquila a la Universidad, que no necesita de asesores.

fburguera@inves.es

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