Los primeros matrimonios homosexuales con plenos derechos
La ley holandesa es la única de Occidente que permite la adopción a parejas del mismo sexo
Celebradas en el Ayuntamiento de Amsterdam y oficiadas con gran boato por el alcalde de la ciudad, las bodas simbolizaron la eliminación de la última barrera al precepto constitucional de evitar la discriminación por razones de sexo. 'Estamos escribiendo una página de la historia', dijo Job Cohen, el orgulloso burgomaestre que impulsó esta ley cuando ostentaba el cargo de secretario de Estado de Justicia.
Según un estudio efectuado por la Universidad de Leiden, más de 6.300 parejas del mismo sexo han firmado un contrato de vida común en Holanda en los últimos tres años y más del 60% de ellas son candidatas potenciales al matrimonio. Dentro de un año, cerca de 10.000 homosexuales, de los 400.000 que se calcula que hay en Holanda, pueden haber contraído matrimonio con personas del mismo sexo, según prevén los autores del estudio.
Las parejas que quedaron selladas este fin de semana y las que lo hagan en el futuro tendrán un matrimonio idéntico al de los heterosexuales. La histórica legislación, que no hace sino sancionar el sentimiento de tolerancia de los holandeses en este campo, fue aprobada definitivamente el pasado mes de diciembre por amplia mayoría e incluso contó con el apoyo de tres miembros del partido democristiano conservador CDA que rompieron la disciplina de partido y votaron a favor.
Desde 1998, los homosexuales holandeses ya podían registrarse en los ayuntamientos como parejas de hecho casi con los mismos derechos que los matrimonios, pero no podían adoptar niños. Ahora no hay más restricciones que la de que los adoptados hayan nacido en Holanda, dado que casi ningún otro país reconoce la unión entre personas del mismo sexo.
Durante la ceremonia, el alcalde advirtió que esta nueva ley no abre la puerta al 'turismo homosexual' como han augurado los más reaccionarios ya que para casarse con una persona del mismo sexo hay que ser holandés o tener residencia fija en Holanda.
El país sigue así los pasos de su vecina Dinamarca, que admitió los matrimonios entre homosexuales en 1988 (aunque sin adopción y sin la gratuidad de la inseminación artificial, tras el veto de la Iglesia luterana), y adelanta a Noruega, Suecia, Francia y Bélgica, que han regulado la unión pero con bastantes limitaciones. Curiosamente, Camboya es el único país del mundo en el que existe una legislación que confiere a heterosexuales y homosexuales los mismos derechos.
Para pronunciar el 'sí' en una iglesia católica, las parejas homosexuales holandesas lo tendrán más complicado. Hace unos meses los obispos recordaron que el matrimonio es 'una unión para toda la vida entre hombre y mujer que tiene como objetivo la procreación' y prohibieron expresamente a los sacerdotes que acaten en sus parroquias la nueva ley civil. Con todo, una investigación realizada por la Universidad de Utrecht reveló que 85% de los religiosos no tendrían ningún problema en realizar la ceremonia fuera de una iglesia, lo que les evitaría tener que dar explicaciones al episcopado. Sólo un cuarto de los casi 400 sacerdotes que participaron en el sondeo ha asegurado que se negaría rotundamente.
Casi ninguno de los religiosos católicos manifestó su oposición a que los homosexuales participen de todas las actividades de la parroquia y los sacramentos. En base a estos datos, el Gay Krant, una publicación periódica para homosexuales que ha jugado un papel muy importante en la lucha por la igualdad en los últimos 10 años, ha elaborado para sus lectores una lista de 120 parroquias donde las parejas que lo desean podrán también contraer matrimonio católico.
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