Educación estudia limitar el acceso a las facultades de Medicina
'Los médicos impiden que salgan más plazas para no saturar sus especialidades'Sanidad cree que es la mejor forma de desinflar la bolsa de licenciados sin plaza de MIR
De las facultades de Medicina salen cada curso más de 4.000 licenciados, casi tantos como plazas se convocan para el examen MIR, al que se presentan también los que se quedaron fuera en años anteriores. La bolsa acumulada y el futuro incierto ha sacado de nuevo a los estudiantes a la calle. Necesitan asegurarse una plaza de hospital para continuar su formación -de tres a cinco años- si quieren acceder después, mediante una oposición, a un empleo en la sanidad pública. El sistema privado sólo absorbe un 20% de titulados.
El día 22 de marzo, unos 5.000 estudiantes de Medicina de varias facultades se manifestaron en Madrid frente al Ministerio de Sanidad para exigir plazas hospitalarias para todos. Las pancartas que exhibieron eran las mismas que sacaron en 1995. Ese año comenzaron las manifestaciones de batas blancas y se ofreció una solución que hoy se demuestra ineficaz. La actual titular de Sanidad, Celia Villalobos, cree que nada cambiará si no es limitando el acceso de estudiantes a las facultades, pero ¿hay suficientes médicos en España? Sanidad no aporta datos, pero están convencidos de que España está a la altura de Europa.
Los estudiantes les acusan de falsear las cifras, porque 'cuentan también a los licenciados, aunque no estén ejerciendo', asegura Amanda Flaquer, presidenta del Consejo Estatal de Estudiantes de Medicina (CEEM).
El problema de los MIR arranca en 1995, último año de gobierno socialista. España homologó con Europa los estudios de Medicina y se impuso un requisito: los licenciados deberían completar sus seis años de carrera con un mínimo de dos años más de formación práctica en los hospitales. Hasta entonces bastaba con la titulación para trabajar como médico generalista, y el examen MIR se reservaba para los que querían acceder a una especialidad.
Desde 1995, el MIR es la llave obligatoria para todo el que quiera ejercer como médico. Y ahí comienza el problema, porque, a partir de entonces, en el mismo examen coincidían los que se licenciaron antes de 1995 y optaban a una especialidad y los que salieron de la facultad después de esa fecha, que tenían que pasar el MIR incluso para ser médicos generalistas. Para que estos últimos no partieran en desventaja -los primeros ya podían ejercer-, tras sucesivas manifestaciones, se dividió el examen en dos: uno para acceder a la especialidad de médico de familia, sólo para los titulados posteriores al decreto, y otro de especialidades, cuyas plazas se repartirían entre todos.
De esta forma se creyó haber dado con la clave, pero la bolsa de licenciados se ha ido inflando año tras año y no hay plazas para todos. 'Queremos que se nos asegure una plaza de calidad y remunerada a cada uno para completar la formación que nos exigen', explica Amanda Flaquer.
Los estudiantes no opinan sobre si hay que reducir el acceso a las facultades, aunque creen que Educación planea limitarlo 'un 15% en tres años'. Desde el Ministerio sólo se habla de 'una reducción gradual' que un grupo de expertos está elaborando y que se propondrá a los rectores en mayo. Este curso se ofrecieron 3.320 plazas en las universidades públicas.
Lo que el CEEM pide a Sanidad es que ofrezca, como mínimo, todas las plazas que habilitan los hospitales. ¿Por qué no salen todas? Hay, para impedirlo, dos argumentos: por un lado, la financiación de esas plazas por parte del ministerio: los estudiantes reciben un sueldo por esta formación práctica; y por otro, los Consejos Nacionales de Especialidades Médicas (CNEM), el organismo que agrupa a los especialistas y al que los estudiantes acusan de corporativismo por 'impedir que salgan más plazas para no saturar sus especialidades'. En total hay más de 1.400 plazas que no salen, según los datos del CEEM.
Otra forma de arañar un puesto hospitalario sería pedir a las comunidades autónomas un mayor esfuerzo. Mientras en el País Vasco 'sólo ofertan 230 plazas de las 355 acreditadas, en Aragón sacan 219 de 223'. Y, por último, piden que los hospitales pequeños entren en el juego y hagan su oferta.
Flaquer acusa al Ministerio de Sanidad de intentar desinflar la bolsa MIR desviando a los estudiantes hacia los centros privados. La oferta de estas plazas no hospitalarias se ha incrementado un 119% en un solo año, pasando de 196 en 1999 a a 430 en 2000, según los datos del CEEM, extraídos del Boletín Oficial del Estado. 'Con estas prácticas puedes acceder a la sanidad pública, pero son de poca calidad y hay que pagar por ellas'. 'El aumento de estas plazas es lo que eleva hasta el 8% el porcentaje del que habla el ministerio, pero en realidad la oferta real de plazas sólo ha subido un 2%', puntualiza Flaquer.
El examen MIR se ha unificado de nuevo: da igual, los estudiantes sólo quieren que les garanticen una plaza, porque están convencidos de que en España faltan médicos. La pasada semana, los facultativos de atención primaria de la Comunidad de Madrid hicieron huelga porque tienen muchos pacientes y poco tiempo que dedicarles.
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