El Rey impulsa la relación 'especial' con EE UU como apoyo a los hispanos

Ante personalidades como el presidente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Enrique Iglesias, o el secretario de la Organización de Estados Americanos (OEA), César Gaviria, el monarca se mostró convencido de la sinceridad del interés por América Latina de Bush, que le recibió por la tarde en la Casa Blanca. Los problemas del subcontinente fueron uno de los temas centrales de este primer encuentro de don Juan Carlos con Bush, celebrado en presencia de la Reina Sofía; de Laura Bush, esposa del presidente; de Condoleeza Rice, consejera nacional de seguridad, y del ministro español de Asuntos Exteriores, Josep Piqué.

El compromiso de EE UU con Europa, especialmente a la luz de la crisis balcánica centrada ahora en Macedonia, y la situación en Oriente Próximo fueron otros asuntos abordados en esta reunión, volcada, no obstante, en la relación bilateral -donde la escasa imagen como país y el déficit comercial en torno a los 450.000 millones de pesetas son las principales preocupaciones españolas- y en el gran interés que Madrid y Washington comparten sobre Latinoamérica.

'El presidente Bush, en un reciente e importante discurso en el Congreso, al tratar otros asuntos, pronunciaba en español unas palabras que considero significativas: 'entre todos podemos', recordó el Rey en la sede del BID, tras destacar como principales 'desafíos a los que responder', tanto en América del Norte como del Sur, los de 'asegurar unos índices de bienestar mínimos para todos, a través de la lucha contra la pobreza, el acceso a la educación y la consideración de las minorías indígenas'.

Don Juan Carlos adoptó un tono casi didáctico para despejar cualquier suspicacia de los representantes latinoamericanos acerca del interés español en la relación con EE UU. 'Cuando en España pensamos en la América que habla español no podemos ni debemos limitarnos a las repúblicas que se encuentran al sur del Río Grande. Nunca hemos sido ajenos a la historia de los Estados Unidos de América y aún menos lo seríamos hoy, cuando más pujanza hispánica en los Estados Unidos es para nosotros un motivo de satisfacción'.

El Rey incluso explicó en el BID con detalle las razones de las etapas que realizará en los próximos días: irá a Dallas (Texas), porque allí inaugurará la 'magnífica colección de pintura española' del museo de la Fundación Meadows; y a Jackson, porque en esa ciudad de Mississipí se encuentra 'la mayor exposición de piezas artísticas españolas que se haya organizado nunca en el continente americano'; a San Agustín de Florida, el domingo, primer asentamiento español en Norteamérica, y Miami, donde el lunes concluirá esta gira de los Reyes, es un 'auténtico microcosmos de la Hispanidad'.

'España debe hacer todo lo posible por acercarse más' a la comunidad hispana en EE UU, fue también el mensaje que el Rey lanzó ayer al Consejo bilateral creado en 1996 como una reunión de cabilderos, o lobbystas, entre los que destacan Antonio Garrigues Walker, por parte española, y el senador Christopher Dodd, por la norteamericana. Ante ese organismo, potenciado por la declaración conjunta de diciembre, el Rey planteó objetivos más concretos, como el de 'reducir el tradicional desequilibrio' de la balanza comercial o el de 'mejorar la imagen' que ambos países 'se proyectan mutuamente'.