El Ayuntamiento pretendía usar fondos europeos para pagar el diseño de un 'logo'

El Ayuntamiento de Madrid quería sufragar los cursos que impartió la empresa Mosaico en el Instituto Municipal de Formación y Empleo (Imefe) con dinero procedente de los Fondos Sociales Euro-peos (FSE), a pesar de que el Consistorio lo niega. La empresa Mosaico, que recibió 40 millones del Ayuntamiento para impartir cursillos de formación a parados, destinó el dinero a la elaboración de un nuevo logotipo municipal contratando a 10 desempleados. Su propietario, el periodista Constantino Mediavilla, explicó que contaba con el visto bueno del gerente del Imefe, Ricardo Peydró. El logotipo, finalmente, fue rechazado por el Consistorio.

La semana pasada, cuando los responsables de la empresa acudieron a declarar en la comisión que investiga las adjudicaciones del Imefe, el concejal de Hacienda, Pedro Bujidos, aseguró que los cursos de Mosaico no se habían pagado con fondos europeos. Pero la concejal del PSOE, Isabel Vilallonga, le desmintió: 'Los cursos cobrados estaban en la partida municipal del Fondo Social Europeo. Y si Europa no los ha pagado es porque aún no se ha hecho la liquidación correspondiente a ese año'.

Vilallonga tenía razón. En los presupuestos municipales de 1999 se detalla que los programas del capítulo 322.14 -los de Mosaico, entre otros- se pagarán con estos fondos sociales. Incluso, la Junta Rectora del Imefe, en sesión celebrada el 31 de julio de 1998, aprobó la programación de los 'cursos cofinanciados por el Fondo Social Europeo', entre los que se encontraban cuatro de Mosaico. Igualmente, en las cláusulas del concurso de adjudicación el Imefe volvió a insistir en que 'toda la documentación que el adjudicatario entregue, tanto a los alumnos como a lo largo del curso, deberá ir exclusivamente con el logotipo del Imefe, el Ayuntamiento de Madrid y el Fondo Social Europeo'.

Los cursillos del Imefe son sufragados en un 40% por la Unión Europea. De hecho, el Ayuntamiento ya ha tenido que devolver cinco millones de pesetas por formaciones a presos cobrados por una empresa, Ifomar, que nunca los impartió.