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Entrevista:EDUARDO GIL BERA | ESCRITOR

'Creo que Baroja tenía de sí mismo peor opinión que la que yo reflejo'

El escritor navarro Eduardo Gil Bera (1957) ha publicado recientemente una polémica biografía no autorizada sobre el escritor Pío Baroja (Baroja o el miedo. Ediciones Península. Barcelona). Gil Bera escribe indistintamente en euskera y en castellano, ya sea poesía, narrativa y ensayo. Ha traducido a Montaigne, Chamfort, Ungaretti, Rilke, Walser, entre otros, y a poetas expresionistas alemanes.

Pregunta. ¿Por qué su libro es una biografía marcadamente hostil hacia Baroja?

Respuesta. Al tratarse de un autor consagrado, cualquier luz que se arroje sobre él que no sea la tópica halagadora va a parecer hostil. No lo es, lo que pasa es que [la biografía] tiene fuerza.

P. ¿Avisa para que no lean a Baroja, porque acabó siendo un viejo rencoroso, miedoso y además mentiroso?

R. En ningún momento aviso para que no lean a Baroja. Creo que aporto una nueva luz para que se pueda conceptuar mejor su obra y su persona.

P. ¿Si conociéramos la faceta humana de muchos escritores leeríamos menos?

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R. Claro, claro.

P. ¿Cómo explica que Baroja fuera admirado por Ernest Hemingway, Josep Pla, Juan Benet y muchos otros escritores?

R. La apología es una de las formas de la auto-apología.

P. Alguien se puede sentir defraudado y dolido al pensar que a quien se admira pueda ser del modo que usted lo fija.

R. Ese lector vuelve en sí cuando acaba por entender que 'Baroja', con comillas, es como Ana Karenina o como Hamlet o como el Karamazov: un personaje literario.

P. En su biografía se deja entrever que Baroja era un ser despreciable casi desde la infancia.

R. Yo creo lo contrario. Estoy persuadido de que Baroja tenía una idea de sí mismo mucho peor. Creo que Baroja trataba de tapar una cosa que él pensaba: que era mucho más impresentable de lo que yo pienso que era. Baroja era un gran escritor y por eso no deja de serlo. Hay que querer mucho a un escritor para frecuentarlo. Yo estoy contando su vida. No dejo de considerarlo como a un gran escritor, pero hay otra luz más.

P. Con relación a los plagios, usted subraya que en algunas de sus mejores novelas tomó de aquí y de allá.

R. Pero no me parece que sea un escritor que se dedicó especialmente a eso. Hizo lo corriente, o menos de lo corriente que hacen otros.

P. ¿Si esta biografía la hubiera escrito usted con 20 años más, sus juicios contendrían una mayor generosidad y comprensión?

R. Esta es la biografía de cualquier escritor. Cualquier escritor se va a sentir también retratado en ella. Repito: creo que Baroja tenía mucha peor idea que la que yo dejo entender.

P. Otra intransigencia suya es reprocharle que cambie de opinión. ¿Acaso usted no lo ha hecho alguna vez?

R. Baroja no cambió de opinión. Cambió de mise en scène. Yo eso lo narro con cierto desdén. Pero considero que no cambió de opinión.

P. ¿Alguna persona en especial le ha estimulado a escribir este libro?

R. Nadie en concreto.

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