De la Rúa: 'Un hecho desgraciado de la historia'

Para el presidente argentino Fernando de la Rúa, el golpe de Estado del 24 de marzo de 1976 fue 'un hecho desgraciado en la historia de la Argentina moderna'. El jefe del Estado, que impulsaba en aquel momento como senador oponente el juicio político a la presidenta constitucional María Estela Martínez, viuda de Perón, explicó su particular visión de los hechos en un comunicado oficial: 'Se cumplen 25 años del golpe de Estado del 24 de marzo de 1976, un hecho desgraciado en la historia de la Argentina moderna. El país renueva su repudio a esa interrupción del orden constitucional que tuvo un penoso saldo de dolor, muerte y desencuentros'.

Argentina parecía ayer otro país, distinto del que llevaba días paralizado por la crisis política y económica, con el Parlamento funcionando a pleno rendimiento para aprobar hoy mismo la Ley de Competitividad que concede las facultades especiales reclamadas por el Poder Ejecutivo. El Congreso abierto y la gente en las calles enmarcaron el recuerdo de aquel 24 de marzo de hace 25 años cuando el golpe de Estado inauguraba la más cruel y terrible dictadura de la historia argentina.

El dolor podía palparse. De pronto, una convulsión, alguien que se dobla sobre sí, alguien que besa una fotografía, otro que deja una carta a las puertas de la Escuela de Mecánica de la Armada, el mayor campo de concentración de detenidos montado por la Armada, y donde se calcula que fueron torturadas y asesinadas unas 5.000 personas entre 1976 y 1979.

Los actos y marchas de repudio a los asesinos y de homenaje a las víctimas se reprodujeron en plazas, pueblos y ciudades de todo el país. Más de 40.000 personas asistieron el viernes por la noche al concierto organizado por la Línea Fundadora de las Madres de Plaza de Mayo, que destinará la recaudación a construir su propia sede. El campo de fútbol del Ferrocarril Oeste, en el céntrico barrio de Caballito, era un volcán de emociones compartidas.

Emotivo Serrat

La multitud acompañó al cantante argentino Víctor Heredia, el uruguayo Jaime Roos, el cubano Pablo Milanés y se desbordó con Joan Manuel Serrat cuando dijo: 'Esto no se arregla con esperanzas, sino con actitudes, con comportamientos y con una responsabilidad compartida'. Serrat, que ya había sido amenazado antes del golpe de Estado por la siniestra Triple A (Alianza Anticomunista Argentina), compartió 'la alta dosis de emoción' del acto: 'Mi razón particular para estar aquí son 30.000 razones juntas. Repudiamos a los militares que iniciaron un proceso de oscuridad y horror para Argentina'.