La ciudad de los prodigios

Barcelona ha dejado de ser la 'ciudad de los prodigios' para convertirse en la 'ciudad irrespirable'. El ruido ensordecedor, los continuos robos, motos trucadas o de escape libre son su mayor atractivo. Y me pregunto: ¿es que el Ayuntamiento no se ha planteado seriamente combatir y solucionar estas lacras? Es una verdadera lástima que una ciudad tan hermosa, tan espléndida como Barcelona no sea atendida debidamente por sus gobernantes o autoridades municipales en problemas tan importantes para sus ciudadanos y para los visitantes.

Otro punto negro y que parece como si el Ayuntamiento no le diera la importancia que realmente tiene es la juventud motorizada que se aposenta en las plazas de casi todos los barrios dedicándose, entre otras cosas, a circular por éstas con sus motos, a destrozar el mobiliario urbano, ensuciando, meando o pisando las zonas ajardinadas en actos de gamberrismo vandálico.

Señores: menos construir espacios nuevos, cuando causa tristeza ver el estado de abandono en que se encuentra todo lo que se ha llevado a cabo.

Pido más, mucha más vigilancia, mejor mantenimiento y más limpieza eficaz. Ésa es la obligación que nuestras máximas jerarquías deben ofrecernos y no agravar la convivencia del pueblo, como está ocurriendo.