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Baroja-Collet muestra en San Sebastián sus últimos 'collages', grabados y esculturas

El artista presentará en la Bienal de El Cairo la serie 'Eibartarrak'

Maribel Marín Yarza

La exposición, que permanecerá abierta al público hasta el próximo 28 de abril, resume el trabajo realizado por Baroja-Collet en los últimos cuatro años, sus variaciones sobre una misma temática, su paso de las grandes esculturas a las piezas de pequeño formato y su evolución en el tratamiento de materiales tradicionales y austeros, como el papel, el bronce o el hierro.

De hecho, la muestra parece especialmente diseñada para resaltar esos contrastes. Baroja-Collet ha realizado expresamente para esta exposición Tiempo muerto, una escultura en hierro que recuerda a una estela funeraria tumbada. Junto a ella, presenta 15 pequeñas piezas en bronce que hablan de una evolución creativa casi casual. 'A mí me gustaba mucho trabajar en formato grande', señala, 'pero siempre estás muy condicionado por las herramientas con las que trabajas. Sólo me quedaba cambiar de técnica y pasar a la fundición'.

El artista, responsable desde 1983 del aula de grabado calcográfico del Centro de Enseñanzas Artesanales de Deba, no acababa de decidirse. Pero la escuela cambió de edificio y se quedó sin su taller. 'Iba pasando el tiempo, la producción de dibujos crecía, pero no encontraba la forma de sacar las ideas adelante'. Baroja- Collet optó entonces por 'materializar esos bocetos en pequeñas piezas'.

El artista se inspiró y sigue haciéndolo, como en sus grabados y collages, en el entorno que le rodea. 'Siempre digo', afirma, 'que mi campo de trabajo es la vida'. Y su vida se ha desarrollado en Eibar, la villa armera, una localidad además con fuerte tradición de herramienta y grabado. Por eso, sus obras, en las que predomina el negro, se alimentan de ese entorno.

Baroja-Collet es un artista autodidacto por convicción. Parece una paradoja que un profesor no crea en la Universidad, pero él lo explica. 'El arte, en realidad, no se enseña. Se enseñan las técnicas, el cómo hacer, pero no el qué. O lo llevas dentro y tienes necesidad de expresarlo o no hay nada que hacer'. Quizá por eso, el soporte le es indiferente. En Arte-ko muestra libros de autor, planchas que explican los procesos técnicos que utiliza y diferentes colecciones de grabados y collages, que muestran su versatilidad artística. Entre ellas, destacan dos grabados originales de la serie Eibartarrak, que se exponen desde el jueves en La Bienal de El Cairo. El artista muestra allí 12 piezas -de un total de 48- que viajarán hasta noviembre por cinco países.

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