Ansuátegui achaca a Exteriores la orden de vetar hermanamientos con los saharahuis

El delegado del Gobierno en Madrid, Francisco Javier Ansuátegui, explicó ayer en un almuerzo con periodistas que fue el Ministerio de Asuntos Exteriores quien le ordenó, el pasado 16 de octubre, que anulara los hermanamientos entre municipios madrileños y poblados saharauis si en el texto de estos acuerdos se hacía referencia a la República Árabe Saharaui Democrática (RASD). El delegado del Gobierno afirmó que la orden de Exteriores se justificaba 'por la incidencia perturbadora que podrían tener estos hechos en las relaciones internacionales con terceros países [en este caso, Marruecos]'. 'Existen sentencias judiciales desautorizando este tipo de acuerdos de hermanamiento', explicó Ansuátegui, quien ha recordado estos días que España no reconoce a la República Saharaui como un Estado soberano.

El delegado del Gobierno sostiene que el requerimiento le fue enviado desde la Dirección General para África, Mediterráneo y Oriente Medio. Un portavoz ministerial negó, sin embargo, la existencia de esta orden del Ministerio de Exteriores, aunque sí quiso dejar claro que si en el texto de los acuerdos municipales sobre hermanamientos se hace referencia a la República Árabe Saharaui Democrática, 'efectivamente' se está dando carta de naturaleza a la existencia de un Estado no reconocido por España.

La eurodiputada alemana Margott Kessler, presidenta del intergrupo Paz para el Pueblo Saharaui del Parlamento Europeo, calificó ayer de 'autocrática y siniestra' la reciente decisión de Ansuátegui de anular los hermanamientos de los municipios madrileños de Rivas-Vaciamadrid, Tres Cantos y Torrejón con sendos poblados saharauis.

Ayuda internacional

La parlamentaria explicó que, 'aunque muchos países no reconocen a la República Árabe Saharaui Democrática como Estado, sí permiten a sus ciudades la libertad suficiente para hermanarse con campos de refugiados saharauis, como ocurre por ejemplo en Alemania, Italia o Francia'. 'Lo que hace ahora el Gobierno español no es comprensible, porque esta gente depende de la ayuda internacional', explicó Kessler. La presidenta del intergrupo dedicado al estudio de la situación del pueblo saharaui consideró, además, que 'España tiene una responsabilidad especial, ya que la zona es una ex colonia suya'.

Aunque Kessler ya comunicó a los alcaldes europeos que mantienen hermanamientos con poblados saharauis las anulaciones de Ansuátegui, piensa comunicar igualmente tales hechos al Parlamento Europeo, 'porque todos deben conocer este asunto', dijo. También afirmó que las injerencias en la política exterior aducidas por Ansuátegui 'son una mera excusa', y se mostró convencida de que la acción corresponde a presiones ejercidas por el Gobierno de Marruecos sobre el Ejecutivo español.