La resignación de los 47 'ingenieros'
Cuarenta y siete 'ingenieros' repiten un examen por orden del Tribunal Superior
Escuela de Ingenieros de Bilbao, a las 10.30 de ayer. Entrar el aula P0B3 fue como dar un salto en el tiempo. Cuarenta y siete jóvenes (otros ocho no se presentaron) y un profesor regresaban por orden de un juez a junio de 1998. El motivo de la cita era repetir el examen de una asignatura optativa de 3º, Instalaciones Eléctricas de Baja Intensidad, cuyas calificaciones ha anulado el juez, quien ha dado la razón al profesor de la materia que impugnó las notas. Éste mismo puso y corregirá el examen de ayer, que en realidad corresponde a la convocatoria de junio de dicho año.
Hora y media después, a mediodía, respondidas las preguntas de test y resuelto el ejercicio, salieron del aula P0B3 los primeros. 'Ha sido fácil', aseguraba uno de esos jóvenes que hasta el mes pasado estaba convencido de que había acabado la carrera.
La tranquilidad de comprobar que el examen no fue tan duro se mezclaba con la preocupación. 'En teoría soy ingeniero, tengo un contrato de ingeniero. Las pasé canutas para explicar [en el trabajo] que tenía que repetir un examen, pero son enrollados y no le han dado mucha importancia', explicó uno de los que ya tiene empleo. 'Yo tengo el resguardo del título sellado, firmado y pagado...¡15.222 pesetas!', apuntó otro. Cruzan los dedos para que, como sostiene el director de la escuela, Javier Muniozguren, la sentencia no afecte a la validez del título.
Uno de los examinados ilustró la paradójica situación. Está pendiente de esta nota, que saldrá el viernes, mientras la escuela le pregunta cuántas invitaciones quiere para la ceremonia de entrega de títulos, que será en abril en el Palacio Euskalduna. Si alguien suspende, la repesca será el 2 de abril, antes de la ceremonia. Otros esperan el resultado antes de pedir una beca 'para la que hace falta ser ingeniero'.
Se creían ingenieros industriales o a punto de terminar la carrera hasta que hace un mes recibieron una llamada en sus casas. Que pasaran por la Escuela de Ingenieros de la Universidad del País Vasco -en la que tantas horas metieron y la que querían olvidar- a recoger una carta. Al llegar, miembros de la dirección de la escuela les entregaron sendas cartas. Se les conminaba a repetir un examen en cumplimiento de una sentencia del Tribunal Superior de Justicia del País Vasco. Para muchos fue una muy desagradable sorpresa aunque, a juicio de la dirección, 'se lo han tomado razonablemente bien'.
La UPV ha pagado el avión a los tres alumnos que se hallaban en el extranjero y costeará a todos los gastos que les haya supuesto hacer la prueba. Los jóvenes no se quieren explayar sobre el trasfondo de este litigio. Alguno apunta que 'el departamento está dividido en dos grupos que se llevan a matar' y el presidente del Consejo de Estudiantes de la UPV, Pablo Gómez-Salazar, añade: 'Cuando hay un conflicto entre la universidad y un profesor los paganos son los alumnos'. Uno de los examinados ofrece su conclusión: 'Se habrá hecho justicia, pero con nosotros se ha cometido una injusticia'.
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