Los combates siguen en Presevo a pesar del acuerdo de alto el fuego
Los combates en el sur de Serbia y el valle de Presevo entre la policía serbia y la guerrilla albanesa del Ejército de Liberación de Presevo, Medveda y Bujanovac (ELPMB), continuaron ayer a pesar de ser el día en que estaba prevista la firma de un acuerdo de alto el fuego. El acuerdo fue alcanzado con la mediación de la OTAN, que debía actuar como testigo de la ratificación, por separado, de ambas partes.
Por el lado albanés debían firmar los representantes civiles de los 20.000 albaneses que habitan en el sur de Serbia, ya que Belgrado se niega a tratar con los guerrilleros. El viceprimer ministro serbio y representante del Gobierno en la firma, Nebojsa Covic, denunció que 'el problema es que la guerrilla albanesa no quiere una solución pacífica, que es lo que busca el resto del mundo'. Covic, quien el pasado viernes fue cercado durante varias horas en una vivienda en Presevo por los guerrilleros hasta que fue rescatado por el Ejército yugoslavo, anunció que sus tropas actuarán con 'prudencia y paciencia' en el interior de la zona de seguridad a la que les ha permitido acceder la OTAN.
Tras la firma del acuerdo debe comenzar una ronda de negociaciones sobre la situación de la minoría albanesa en el sur de Serbia, pero las conversaciones parecen destinadas al fracaso incluso antes de empezar, ya que los albaneses exigen que en la mesa de negociaciones estén presentes los representantes del ELPMB, a lo que se niegan las autoridades serbias al considerar que 'ningún Gobierno democrático negocia con terroristas'. La mediación de la OTAN no sólo pretende enfriar un conflicto que amenaza con convertirse en un nuevo Kosovo, sino permitir también que las tropas yugoslavas desplegadas en la parte de la franja de seguridad que toca con Macedonia no queden entre dos fuegos, es decir, entre la guerrilla albanesa de Presevo y la guerrilla albanesa de Macedonia, denominada Ejército de Liberación Nacional.
Conflicto internacional
El temor a esta encerrona fue expresado en los pasados días incluso por el presidente yugoslavo, Vojislav Kostunica. Pero a pesar de las palabras de paz puestas por escrito, desde la mañana de ayer hasta bien entrada la tarde prosiguieron los combates. Mientras, en el norte de Macedonia se recrudecieron los choques entre el Ejército y las guerrillas albanesas.
El ministerio macedonio de Defensa reconoció que los guerrilleros han logrado ampliar el escenario de los combates e insistió en la petición de ayuda internacional. Desde Grecia y Bulgaria llegaron los primeros cargamentos de municiones y material destinados a los militares macedonios, en lo que supone de hecho la internacionalización del conflicto. En Tirana, el Gobierno albanés reiteró la demanda de una salida pacífica y criticó a Skopje por mantener cerrada la frontera con Kosovo, donde las filas de camiones con ayuda internacional son kilométricas.
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