¿Por qué lo cierran?

Hace siete meses tuvimos un bebé precioso de un embarazo gemelar en el cual falleció otro. Nuestro hijo Alejandro sufre una lesión severa en el cerebro (encefalopatía hipóxica isquémica) y una infección respiratoria importante.

Al nacer fue trasladado a la UCI del hospital general universitario Gregorio Marañón, en el cual recibió excelentes cuidados médicos y de enfermería que consiguieron sacar a nuestro hijo adelante, de lo cual estamos realmente agradecidos. Pero este hospital, como otros, no tiene para estos niños con problemas ningún equipo de personal cualificado (psicólogos, fisioterapeutas, logopedas, estimulación temprana), un equipo coordinado como el que ahora mismo hay en el hospital de Santa Cristina, del cual llevamos recibiendo desde hace dos meses una atención extraordinaria, que no hemos recibido en el Gregorio Marañón durante los cinco meses que nuestro hijo ha estado ingresado. Pedimos la ayuda de un logopeda y de un fisioterapeuta y nos dijeron que este servicio no se recibía en planta, sólo en consultas externas, cuando a nuestro hijo le dieran el alta.

¿Por qué no hay en todas las maternidades un equipo tan eficaz para ayudar a niños con problemas? ¿Por qué quieren quitar este servicio tan importante del hospital de Santa Cristina?

Nosotros estamos convencidos de que si este servicio hubiera estado en el Gregorio Marañón nuestro hijo no tendría el cuello permanentemente girado hacia la izquierda por su problema motor. Creemos que si le hubiesen tratado desde el primer día no estaría como está; por fuerza, tendría que haber mejorado algo.

Nos gustaría que nos dieran una explicación, una respuesta, o que pusieran algún remedio para que otros niños que nazcan así dispongan de un equipo tan bien coordinado como el de neonatología de la maternidad de Santa Cristina, que ayuda a los niños desde que nacen. No entendemos por qué quieren prescindir de este equipo tan importante que está ayudando tanto a nuestro hijo.

Si hubiese más personal de este tipo en más centros y hubiera menos demanda para atender a tantos niños en el Santa Cristina, quizás podrían estar más tiempo, más horas dedicadas a estos niños que verdaderamente lo necesitan, ya que ellos han tenido mala suerte y van a llevar colgada esa cruz durante toda su vida.

Intenten que la gente especializada en estos niños pueda ayudarlos desde el primer día. Nadie sabe más que los padres que tenemos este problema de la necesidad de ayuda de estos profesionales.-