Papageno conquista a los niños

'¿Sabéis quién soy?' 'Papageeeeeno', respondían con un sonoro grito al unísono los 460 niños de entre 5 y 11 años que ayer por la mañana acudieron a la primera de las 24 funciones de La petita flauta màgica, versión infantil de Comediants de su producción de La flauta mágica de Mozart, que el servicio pedagógico del Liceo de Barcelona ha organizado para escolares y familias a fin de introducir al público infantil en el mundo de la ópera.

'Papageeeeeno'. Por supuesto. ¿Quién si no? En la escuela se lo habían contado y, además, les habían explicado que era un cazador de pájaros que se disfraza como tal para atraer a los volátiles animalitos. Aunque un niño guasón respondió al más simpático de los personajes de La flauta mágica que parecía 'un payaso', vestido como iba de colorines y con unos colorados mofletes que a no ser porque no llevaba nariz, bien podría pasar por un augusto.

Cuando la Reina de la Noche lanza su pirotecnia vocal, los niños se lo pasan en grande

Introducir a los más pequeños en el mundo de la ópera no es fácil. Los niños son el público más difícil, quieren pasárselo bien y, si lo que ven en el escenario no les gusta, expresarán sin disimulo su aburrimiento durante toda la función. 'Con ellos no vale que el cantante sea un reputado intérprete avalado con triunfo en el Metropolitan de Nueva York o la Ópera de Viena. O les gusta o no les gusta', dice rotundo Xavier Pujol, jefe del departamento pedagógico del Liceo. Los 460 niños que acudieron ayer a la primera representación gritaron, silbaron, aplaudieron, disfrutaron y se dejaron conquistar por Papageno y las aventuras que él y los personajes de La flauta mágica viven en la adaptación para los más pequeños que ha hecho Joan Font, director de Comediants.

El espectáculo La petita flauta màgica es una reducción y adaptación del montaje de la ópera de Mozart que Comediants estrenó hace dos años en el teatro Victoria de Barcelona y que esta temporada ha subido al escenario del Liceo en su formato grande. El coliseo lírico barcelonés ofrecerá hasta el próximo 8 de abril 16 sesiones para escolares (a las 11.00 horas) y 8 sesiones familiares programadas desde hoy todos los sábados y domingos las 12.00 horas.

'Los niños no dan tregua. Exigen un ritmo y una dinámica propia, más rápida, porque son más inquietos y si se aburren no ocultan su decepción', asegura Joan Font. 'El reto es, por tanto, abrirles la sensibilidad hacia un tipo de música que no escuchan habitualmente. Pero si logras conectar con ellos, la experiencia resulta apasionante', comenta el director de Comediants.

El espectáculo, cantado en catalán y con una duración de 70 minutos, recoge los números músicales más importantes de la ópera y conserva intacto su núcleo dramático, incorporando, a través de proyecciones en tres pantallas, imágenes de los decorados originales de la producción. 'La versión es un poco como el hermano menor de la que se presentó en el Liceo, con una adaptación del vestuario y algunos elementos escénicos al nuevo espacio. Técnicamente, el montaje está diseñado para poder ser representado en cualquier tipo de escenario', asegura Font.

La partitura mozartiana se ofrece en una versión instrumental para piano, celesta y flauta dirigida musicalmente por el pianista José Menor, que actúa en la función con el flautista Jaume Cortadellas. En el montaje, Papageno se convierte en el maestro de ceremonias que, en su doble función de narrador y personaje operístico, introduce a los niños en el viaje iniciático que Tamino y Tamina van a recorrer asediados por la Reina de la Noche y protegidos por Sarastro.

El director de Comediants dice que la experiencia operística con el público infantil le ha deparado muchas sorpresas. 'La mayor es comprobar que a los niños les excitan los agudos. No sé el motivo, pero cuando la Reina de la Noche lanza su pirotecnia vocal, los niños se lo pasan en grande', asegura. En el estreno, ayer, del montaje, muchos niños y niñas intentaban emular las hazañas de la Reina de la Noche mientras cantaba la soprano. 'Hay que mentalizar a los cantantes para que no se asusten cuando los niños hablen, griten o se rían durante sus intervenciones. Eso siempre es una buena señal', dice riéndose al recordar el alborozo que mostraron las criaturas al contemplar las nalgas postizas que lleva Papagena.

Aunque las entradas para las funciones familiares están agotadas desde hace meses, Xavier Pujol asegura que los padres que deseen asistir al bautizo operístico de sus hijos con este montaje podrán hacerlo a partir del mes de noviembre. 'El montaje nace con voluntad de permanencia y no sólo en el foyer del teatro, que ofrecerá otras 35 funciones a partir de noviembre. Por sus características técnicas, puede representarse en muchos escenarios y en estos momentos planeamos ya una gira por varias poblaciones catalanas', comenta Pujol.

El espectáculo cuenta con dos repartos integrados por seis cantantes: los barítonos Enric Martínez Castignani y Manel Esteve Madrid, los tenores Helios Pardell y Francisco Javier Jiménez, las sopranos Anna Feu, Virginia Parramón, Elisa Vélez y Ruth Nabal, los bajos Enric Arquimbau y Abel García y los tenores Jordi Homs y Ricardo Alonso.