El arzobispo de Oviedo tilda de 'timo' la venta de arte que impulsó el nuncio Kada
La Nunciatura afirma tener documentos que demuestran que siempre se actuó de buena fe
La picaresca nacional acaba de registrar el timo de las carpetas de arte para regalarle un museo de pintura contemporánea a Juan Pablo II. 'Existen muchos timadores por ahí que abusan del nombre de la Iglesia', dijo ayer, resignado, el arzobispo Díaz Merchán, el heredero del cardenal Tarancón al frente de la Conferencia Episcopal Española (CEE) en 1981. Se refería a la 'estafa' denunciada por José Luis Irízar Artiach, sustituido ayer en el cargo de director nacional de las Obras Misionales Pontificias por el obispo de Osma-Soria, Francisco Pérez González. La ceremonia fue presidida por el nuncio del Vaticano en España, Manuel Monteiro de Castro, que capeó como pudo las turbulencias causadas en la Iglesia por el hecho de que las acusaciones de estafa hayan alcanzado de lleno al anterior nuncio, el arzobispo húngaro Lajos Kada.
El ya ex director nacional de las Obras Misionales Pontificias, José Luis Irízar, denunció el lunes pasado que el nuncio Kada le pidió un despacho para una señora que se presentaba como directora comercial de la publicación de 500 carpetas de diez importantes artistas, al precio de millón y medio de pesetas. Con lo recaudado se haría un homenaje a Juan Pablo II. Irízar afirma que advirtió a Kada de que se podía tratar de una estafa, y que el representante pontificio le insistió en que facilitase el despacho y el trabajo a su recomendada.
La visita de la 'señora'
Varios obispos pudieron haber sido víctimas de esa estafa, manifestó ayer el arzobispo de Oviedo poco antes de comenzar la reunión del Comité Ejecutivo de la CEE. 'Hace cinco años recibí a esta señora en Oviedo. Creo que visitó a todos los obispos. Pienso que fue un timo que dio a todos: a mí, no, porque le dije que no coleccionábamos esos dibujos que ella ponderaba mucho. Le indiqué que la diócesis no tenía museo de arte contemporáneo ni dinero para estas cosas', declaró el arzobispo a la agencia Europa Press. 'Si el Papa necesita ayuda, estamos dispuestos a ayudarle, pero no a través de la compra de carpetas de arte. Yo no compré nada a esta señora. Es posible que el nuncio o alguna otra diócesis le comprara, pero yo no lo sé', añadió Díaz Merchán.
Tanto el arzobispo de Oviedo como el nuncio papal salieron en defensa de Lajos Kada, ya jubilado. 'Era un caballero. Muy fiel, muy atento con todo el mundo. Le creo incapaz de ninguna cosa económicamente sucia', dijo Díaz Merchán. 'Actuó de buena fe', explicó el nuncio Monteiro después de decir de que sólo lleva un año en España y, por lo tanto, no conoce 'todas las circunstancias'. 'Me consta, y tengo documentos, que cuando Lajos Kada llegó a la conclusión de que algo no estaba claro respecto al supuesto homenaje al Papa lo comunicó a la Santa Sede y envió una carta a cada uno de los obispos notificándoselo', añadió.
Monteiro reconoció, además, que el comunicado de la Nunciatura y Conferencia Episcopal de ayer no dejaba claras las cosas ni la actuación de su predecesor. Pero tampoco avanzó nada en la clarificación de lo que la jerarquía católica ha reducido a la categoría de simple 'hecho'. Se sabe, por ejemplo -pero por fuentes no oficiales, que siempre reivindican el anonimato-, que, al margen de las carpetas que pudieran haber comprado los obispos, la dirección de las Obras Misionales Pontificias adquirío 350 unidades al precio de un millón y medio de pesetas (en total, 528 millones), y que los problemas de José Luis Irízar, que a la postre le han costado el cargo, se iniciaron por la gestión económica, hasta el punto de que desde la CEE se llegó a filtrar el pasado martes que había sido inhabilitado para administrar los fondos de las Obras Misionales Pontificias -más de 20.000 millones durante su mandato, según Irízar-.
Monteiro dijo que no disponía de más detalles, e incluso negó que se hubiera inhabilitado a Irízar para la gestión. Sin embargo, la agencia Efe, citando fuentes de la Conferencia Episcopal, sostiene que la inhabilitación se produjo con certeza por un 'descontrol absoluto' en las cuentas y que incluso se llamó al arzobispo de Burgos, Santiago Martínez Acebes, para poner orden en esa gestión. Según Efe, la primera conversación del arzobispo con Irízar fue 'tumultuosa' y, como consecuencia de la misma, el prelado declinó hacerse cargo del control de cuentas e se vio afectado por muy serios problemas de salud.
El arzobispo de Sevilla, Carlos Amigo, presidente de la Comisión de Misiones y Cooperación con las Iglesias, negó, a su vez, que en el relevo de Irízar influyesen supuestas desavenencias y roces con la Comisión que preside en la Conferencia Episcopal, roces que, en cambio, otros prelados dicen que 'eran frecuentes, fundamentalmente por el destino y control de las cuentas'. Para evitar que se reproduzcan, el nuevo director de las Obras Misionales Pontificias es obispo y miembro de la misma Comisión que preside Amigo, y el secretario de ésta, el sacerdote Anastasio Gil, asumirá la subdirección.
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