Los ganaderos comercian a hurtadillas con los corderos en la feria de Azpeitia

Los ganaderos se hicieron ayer eco en Azpeitia de la prohibición de mover y concentrar animales para prevenir el contagio de la fiebre aftosa. Muchos pastores, conocedores de la prohibición, se abstuvieron de trasladar sus corderos hasta la localidad. Otros, los menos, se las ingeniaron para realizar la compraventa fuera del recinto del mercado y desde sus furgonetas, tal y como ya había anunciado el sindicado agroganadero EHNE. La Diputación de Guipúzcoa ya había remitido para entonces a los ayuntamientos un escrito en el que comunicaba que los ganaderos no tenían autorización para acudir con los animales a las ferias.

La portavoz de EHNE en Guipúzcoa, Marije Intxausti, insistió ayer en que la feria se desarrolló con 'total normalidad', si bien reconoció que la participación de los pastores fue menor la habitual. 'Ha reinado la normalidad en la compraventa. Se han pesado los corderos y se han llevado directamente al matadero', dijo. Confió en el buen desarrollo de la feria de Ordizia, que se celebra hoy. A su juicio, 'la prohibición de las ferias no tiene ni pies ni cabeza'. Las ovejas, explicó, comen en grupo, una junto a la otra y los diferentes rebaños utilizan los mismos caminos. 'Por lo tanto, no tiene sentido que cuando vayan al matadero se les pongan trabas', indicó.