_
_
_
_
Reportaje:

La joya contemporánea se luce en el museo

El Museo de Artes Decorativas incorpora la joyería con una colección de 120 piezas de 32 creadores

'En estos momentos la joya como símbolo de ostentación ha entrado en crisis. Es más fácil que alguien se gaste varios millones en un coche de lujo que en un diamante. La función de decir quién eres y qué tienes ya no es exclusivo de la joyería y esto ha permitido que los joyeros podamos experimentar más y trabajar las piezas como una manera de expresión personal'. Habla Ramon Puig Cuyàs, diseñador de joyas y uno de los artífices de que desde hoy el Museo de Artes Decorativas de Barcelona incorpore a sus fondos una colección de joyería contemporánea. Se trata de un conjunto de 120 piezas realizadas por 32 creadores afincados en Barcelona entre 1940 y 1990 que orfebres y empresas han donado al museo.

Las piezas, valoradas en su conjunto en unos 12 millones de pesetas, se exhiben hasta el 31 de noviembre en el marco de una exposición que después pasará por diferentes museos europeos. Lleva como título El laboratorio de la joyería y su comisaria, Mónica Gaspar, la ha organizado desde un punto de vista temático en cuatro grandes ámbitos, en función de su relación con la naturaleza -por inspiración o por la utilización de elementos naturales como guijarros o ramas-, su apariencia formal, el proceso de trabajo o la referencia al individuo.

'No es una exposición representativa de la joyería que se hace en Barcelona porque se centra en una determinada manera de entender este trabajo que, pensamos, es la más 'contemporánea', reconoció ayer Marta Montmany, directora del Museo de Artes Decorativas. La línea que se exhibe se considera heredera de la joyería modernista y noucentista, en la que no importaba tanto el valor del material utilizado como la belleza u originalidad del diseño. Esta tradición en la que podrían incluirse creadores como Lluís Masriera, Sunyer i Mercadé o Juli González, se vio interrumpida tras la guerra civil, aunque joyeros como Manuel Capdevila, por ejemplo, ejercieron de puente con las nuevas generaciones.

En su recuperación tuvo y tiene un papel fundamental la Escuela Massana, en la que se ha formado buena parte de los nuevos joyeros y que se ha caracterizado por aunar la artesanía tradicional con la creación artística. A principios de la década de 1960, esta escuela inició una línea de colaboración con la escuela alemana de Pforzheim, lo que permitió intercambio de estudiantes y también que en Barcelona se conocieran las nuevas corrientes internacionales.

Esta tendencia se conoce con el nombre de Nueva Joyería y tiene un carácter experimental en el que lo que cuenta es la expresión y libertad creativa del autor antes que el valor de cambio de la pieza. La influencia del surrealismo, el pop-art o la joyería étnica cambió la manera de enfrentarse a estas piezas que, a grandes rasgos, rehuyen los metales preciosos, en especial el oro, y optan, al igual que hizo la escultura, por incoporar materiales pobres, como piedras o plástico.

Durante años los creadores catalanes de la nueva joyería consiguieron una mayor repercusión en el extranjero, pero en la última década han abierto en la ciudad varias galerías especializadas -desde Hipòtesi, una de las pioneras, hasta Magari o Forum Ferlandina- que han permitido normalizar la difusión de la joyería contemporánea, algo que ahora el museo contribuirá a reforzar.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_