Bruselas y la FIFA sellan un cambio radical en los traspasos de futbolistas

La Comisión Europea, la FIFA y la UEFA cerraron anoche en Bruselas un acuerdo jurídico para adaptar al derecho comunitario las reglas que rigen los traspasos internacionales de futbolistas. El pacto limita la duración de los contratos y, en función de la edad de cada futbolista, prevé sanciones deportivas -cuatro meses sin jugar- y económicas para quienes lo rescindan unilateralmente. Los que tengan entre 23 y 28 años no podrán romperlos en las tres primeras temporadas. Los de 29 o más tendrán que esperar dos. Los clubes sólo podrán fichar jugadores de otras Ligas en verano.

Los presidentes de la FIFA, Joseph Blatter, y de la UEFA, Lennart Johansson, llegaron al cuartel general de la autoridad de la Competencia casi una hora antes de lo previsto. Allí les esperaban el comisario Mario Monti junto a la comisaria de Deportes, Viviane Reding, y de Empleo, Anna Diamantopoulou. Sobre la mesa había varias opciones políticas para modificar las reglas de traspasos internacionales, preparadas por los técnicos de las dos partes hasta el último minuto. El acuerdo llegó tras cinco horas de discusiones. A la salida, Blatter expresó su confianza en que la FIFA incorpore las medidas en su Comité Ejecutivo del próximo mes de julio, con lo que, según el presidente de la FIFA, entrarían en vigor a partir de la próxima temporada.

El acuerdo político-jurídico alcanzado por las dos partes tiene un doble objetivo: garantizar la protección de los jugadores más jóvenes y del resto de los futbolistas y establecer un marco legal que dé estabilidad al mundo del fútbol. Esta estabilidad se consigue gracias a que se establecen varias categorías de jugadores en función de su edad. En base a las distintas categorías, los jugadores que rescindan unilateralmente sus contratos tendrán que pagar una indemnización económica a su club y se les castigará con una sanción deportiva 'proporcionada'.

Se considerará que un jugador ha concluido su fase de formación cuando cumpla los 23 años. Los jóvenes tendrán que tener garantizada su movilidad hasta llegar esa edad por todos los clubes europeos y, en caso de ruptura de la ficha, tendrán que pagar una indemnización por formación. A partir de los 23 años y hasta los 28, el futbolista no podrá rescindir unilateralmente su contrato durante los tres primeros años sin 'causa justificada'. Si lo hace será sancionado, deportiva y económicamente. A partir de los 29 años no podrá romper su acuerdo con el club en las dos primeras temporadas. En uno y otro caso las sanciones se aplicarán a todas las partes involucradas en la ruptura, jugador, agentes y equipo comprador. Las sanciones deportivas serán de cuatro meses sin jugar y seis para quienes sean reincidentes. En caso de litigio, un órgano de arbitraje mediará entre jugadores y clubes para llegar a un compromiso.

Además, los clubes podrán hacer fichajes de jugadores de otros países sólo una vez por temporada y en periodo estival -ahora se permite en verano y en el llamado mercado de invierno-. Los futbolistas tendrán que permanecer ligados al equipo durante al menos un año y no podrán firmar por más de cinco años.

El mundo del fútbol tiene ahora que definir los montantes de las indemnizaciones por formación y su reparto. Persiste, además, la incógnita sobre cómo reaccionarán los jugadores a este acuerdo. Aunque la Comisión Europea asegura que jurídicamente el acuerdo está blindado, la FIFPRO no descarta recurrir a los tribunales si el acuerdo no le satisface.