La Comunidad aporta el 30% de los residuos tóxicos y peligrosos que exportan las autonomías

La Comunidad Valenciana, que carece de cualquier tipo de vertedero autorizado y en funcionamiento para almacenar residuos tóxicos y peligrosos, exportó en 1999 a otras autonomías 174.227 toneladas de este tipo de deshechos. Esta cifra representa el 30% del volumen total de los restos tóxicos que viajan entre las distintas autonomías españolas. Según las cifras que maneja la Memoria sobre el Estado del Medio Ambiente en 1999, de las 588.987,5 toneladas de tóxicos y peligrosos que se exportaron entre las distintas regiones (609.451 si se suman las que viajaron a otros países) las tres décimas partes salieron de la Comunidad. Un volumen que casi duplica al de la segunda autonomía exportadora de tóxicos, el País Vasco, con 90.906 toneladas, y que triplica a la tercera, Madrid, que envía 57.998 toneladas. Por contra, la Comunidad Valenciana sólo recibe 9.776 toneladas al año, el 1,62% de los residuos tóxicos y peligrosos que viajan.

El único depósito de seguridad apto para estos residuos que funcionaba en la Comunidad Valenciana, el de Real de Montroi, fue cerrado en octubre de 1997 por decisión unilateral del ayuntamiento. Aunque contaba con todos los permisos de la administración autonómica y del municipio para recibir residuos, su futuro depende ahora de los tribunales, ya que la empresa propietaria, VER, SL, recurrió la decisión y confía en poder volver a abrirlo.

Mientras se resuelve judicialmente el caso, ya han pasado más de tres años desde que la Comunidad Valenciana se quedó sin instalaciones adecuadas. El Consell ha afirmado reiteradamente que dejaría en manos de la iniciativa privada la gestión de todo tipo de residuos y que sólo intervendría en los casos en que el capital privado no aporte soluciones. Sin embargo, y pese a que ninguna empresa ha promocionado este tipo de actividades, el Consell deja pasar los años sin dar respuesta a la gestión de los residuos. Hasta los empresarios han reclamado vertederos aptos en la Comunidad dado el gran coste que supone exportarlos hasta otras regiones.

Incluso el tratamiento de estos residuos podría constituir un sustancioso sector productivo. De hecho, el 31% (55.476 toneladas) de los restos valencianos se exportan para su recuperación. Si se tratan en España 316.042 toneladas, la Comunidad aporta el 17,5% de la materia prima de una industria en la que renuncia a participar.