Encierro
Son ya más de cuatro semanas de encierro. Muchas personas de distintas nacionalidades y culturas están encerradas en la iglesia de Santo Tomás de Valencia. Les une algo muy importante, la lucha por existir como personas, ya que esta nueva Ley de Extranjería les acaba de arrebatar lo más básico, ser personas con derechos fundamentales. El gobierno debería dar una respuesta; este país necesita a los inmigrantes, y hay trabajo.
Como inmigrante que ha vivido el encierro, doy las gracias a todos los españoles que nos han apoyado y nos apoyan en esta lucha, desde la mesa de entidades, intelectuales, hasta las personas anónimas que han dedicado su tiempo y dinero demostrando su solidaridad con esta causa justa. Los valencianos han demostrado que creen en los derechos del ser humano, pisoteados ahora con esta nueva Ley de Extranjería. Lo único que exigimos es un permiso de residencia por circunstancias excepcionales y una autorización para trabajar. Señora delegada del Gobierno, la solución está en la ley orgánica.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.