Un tren de velocidad alta que enlazará Vitoria con la capital en hora y media

Las instalaciones ferroviarias existentes en el País Vasco explotadas por Renfe (que son la mayoría) se construyeron en el siglo pasado. Ni siquiera existe una conexión entre Bilbao y Vitoria. Ante esta situación, la construcción de la Y vasca, como parte del enlace Lisboa-Madrid-París, no sólo supone la modernización del ferrocarril vasco, sino que representa la supervivencia del mismo. Ésta es la idea que han transmitido con tenacidad los sucesivos Gobiernos autónomos a Madrid para que acelere su construcción.

El proyecto es una consecuencia de los numerosos acuerdos alcanzados entre ambas administraciones, el primero de ellos en 1988. Ese año, Renfe desarrolló el estudio de alternativas ferroviarias y en 1991 elaboró el proyecto básico de la nueva red ferroviaria vasca. El Consejo de Ministros aprobó en 1994 el Plan Director de Infraestructuras en el que contemplaba la Y. A partir de ese momento se sucedió la redacción de documentos técnicos, simultanéandose con la elaboración del Plan Territorial Sectorial Ferroviario.

El compromiso de Madrid fue iniciar las obras en 1998. Pero una larga serie de desencuentros relegó el proyecto vasco y truncó así las previsiones. El Ministerio de Fomento desbloqueó el tema en junio y le dio un impulso definitivo al consignar medio billón para el trazado, que permitirá enlazar Vitoria con Madrid en hora y media, casi cuatro horas menos que ahora.