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Tribuna
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Un proyecto renovado

El 28 de febrero de 1980 el pueblo andaluz, un pueblo viejo sabio, que decía un eslogan de la época, señaló a todas las fuerzas políticas el camino a seguir, al responder con un 'sí' claro y rotundo a la pregunta que se le planteó en el referéndum autonómico, pese a que lo hizo frente a la oposición del gobierno de centro-derecha que apeló, mediante una agresiva campaña, al voto negativo.

Aquel sí resonó con una contundencia en todo el territorio español. La estructura del Estado de las Autonomías quedó condicionada por este resultado. El mensaje emitido por los millones de andaluces que votaron afirmativamente fue diáfano: el pueblo andaluz quería dotarse de un sistema de autogobierno, con un nivel de competencias equiparable al de las comunidades llamadas históricas, por considerar que éste era el medio más eficaz para emprender, por fin, la senda del progreso, de la justicia y de la libertad, dejando atrás siglos de pobreza y marginación y recuperar sus señas de identidad como pueblo.

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Pero el pueblo andaluz emitió otro mensaje. La legítima defensa de sus intereses debía hacerse apelando a la solidaridad con/de las otras comunidades y regiones del Estado. No planteaba un 'ahora yo', sino 'ahora todos'. Fue una exigencia para acabar con las desigualdades, para que se redistribuyera la riqueza de manera justa y equitativa.

El PSOE de Andalucía supo desde el primer momento sintonizar con las inquietudes y deseos del pueblo andaluz. A su vez, éste entendió que el PSOE de Andalucía era la fuerza política que debía liderar el proceso de transformación de la sociedad andaluza.

Ha pasado el tiempo. La realidad es bien diferente a la de 1980. A los andaluces que hoy tienen alrededor de 15 años les cuesta trabajo entender que antes no había plazas escolares para todos los niños y niñas andaluces; que miles de andaluces y andaluzas no tenían derecho a disfrutar de asistencia sanitaria gratuita; que sólo existían tres o cuatro universidades en Andalucía; que ir de Málaga a Sevilla suponía un viaje de toda una mañana; que disponer de una línea telefónica suponía una espera de varios meses; que...

Sí, hemos avanzado mucho. Pero aún queda mucho por hacer. Podemos sentirnos legítimamente orgullosos de lo que entre todos hemos realizado, pero esto no debe suponer, en ningún caso, bajar nuestro nivel de exigencia y compromiso, ralentizar nuestra marcha.

El PSOE de Andalucía es consciente de todo ello. Dispone de un proyecto renovado que ha recibido la aprobación de la mayoría de los ciudadanos/as en la reciente consulta electoral. Un proyecto que permitirá a nuestro pueblo superar los retos de un mundo cada vez más globalizado e interdependiente. Un proyecto que situará a Andalucía entre las comunidades más avanzadas de la Unión Europea. Un proyecto que nos hará sentirnos orgullosos cuando dentro de unos años echemos la vista atrás y veamos cómo hemos seguido avanzando.

Para ello es imprescindible que Andalucía cuente con los recursos económicos que en justicia le corresponden. Ese debe ser nuestro próximo objetivo. En el año 2001, por imperativo legal, ha de revisarse el sistema de financiación de las Comunidades Autónomas (CC AA). El PSOE de Andalucía va a defender, siguiendo el mandato que recibió del pueblo andaluz en 1980, que el nuevo sistema cumpla con dos objetivos: que garantice la igualdad 'real' de oportunidades de todos los ciudadanos, es decir, que haga efectiva la solidaridad interregional; y que sea fruto del consenso entre todas la CC AA y fuerzas políticas, como sucedió hasta que el señor Aznar llegó al poder, y no de la imposición del gobierno de la derecha.

No pedimos privilegios, ni queremos trato de favor. No somos pedigüeños. Sabemos gestionar eficazmente los recursos de que disponemos. Pero hemos de contar con todos los recursos que en justicia nos corresponden. Exigimos el cumplimento de nuestra Constitución y de nuestro Estatuto de Autonomía. No podemos consentir que, una vez más, Andalucía, sea marginada por el gobierno de la derecha.

Hoy, como ayer, el pueblo andaluz ha de continuar trabajando para hacer realidad los ideales del 28 de febrero de 1980.

Hoy, como ayer, el PSOE de Andalucía está en condiciones de ser el instrumento para seguir construyendo una sociedad más democrática, más participativa, más justa, más solidaria, más tolerante, más culta. Con el esfuerzo de todos, una vez más, lo conseguiremos.

Mª Aurora Atoche Navarro es secretaria de Libertades Públicas y Desarrollo Autonómico del PSOE de Andalucía

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