B2B para la tienda del barrio

Si la globalización tuviese una imagen de marca, una lata de Coca-Cola sería seguramente firme candidata al premio. Y la globalización en toda su dimensión sería, también seguramente, una lata de Coca-Cola vendida a través de la Red. Si es el futuro, ya está aquí. Cobega (Compañía de Bebidas Gaseosas, SA), la gran empresa embotelladora de este refresco en España, ha desarrollado un proyecto de e-business con el que aproximar a la Red a dos de los sectores hasta ahora más excluidos del business to business (B2B): la tienda de barrio y el pequeño y mediano distribuidor.

El proyecto, bautizado como eDrinks, nació hace dos años en respuesta a una necesidad de mejora que Cobega observó en la cadena de distribución: su relación con distribuidores y pequeños clientes, alejados aún de las nuevas tecnologías internáuticas, tenía demasiados lastres para gestionar información y costes muy elevados para lo que podría ser. Y decidió cambiarla. Asociada a otros licenciatarios europeos de Coca-Cola (Sud-Boissons y SBGCA en Francia y Refrige en Portugal), a La Caixa y a tres empresas informáticas (la española IFR, la francesa TBI y la portuguesa SMD) y con el asesoramiento y la coordinación de PricewaterhouseCoopers Consulting, presentaron al Programa Estratégico Europeo de Investigación y Desarrollo en Tecnologías de la Información (ESPRIT), un proyecto integral de B2B para todos los actores implicados en el canal minorista de ventas. Y ahora empiezan a recoger los frutos.

Con tres grandes protagonistas (fabricante, distribuidor y pequeño comercio) y tres ámbitos de actuación (logística, administración y servicios financieros), eDrinks ha requerido una aplicación gradual tanto en componentes como en gestores. 'Por razones de lógica metodológica, empezamos a trabajar con las empresas de distribución', explica Ángel Ros, miembro del comité de dirección de Cobega.

Conectar las 64 distribuidoras pequeñas y medianas a las que se refiere Ros supuso no sólo un esfuerzo técnico, a través de un software de gestión especialmente diseñado para el programa, que también está preparado, si llega el caso, para integrar servicios de otros fabricantes, sino también financiero, ya que han sido las embotelladoras las que han asumido los costes de adquisición del hardware adecuado. En el caso de la distribuidora de Cobega, 25 millones de pesetas.

La total implantación a este nivel de los componentes de logística y administración permite, por ejemplo, canalizar a través de la Red las órdenes de despacho de servicio, los albaranes, las facturas o las órdenes de aprovisionamiento de almacenes. Si bien es difícil ponerle una cifra a este ahorro operativo, desde Cobega insisten en que su materialización es clara en la capacidad para absorber un mayor volumen de negocio sin necesidad de aumentar, de forma proporcional, su actual plantilla de 1.340 empleados en España. El año pasado la facturación alcanzó los 112.000 millones para Cobega España y 150.000 millones para todo el grupo, con unos beneficios antes de impuestos de 7.700 millones de pesetas.

'La optimización en la gestión de las rutas o en el conocimiento de los stocks disponibles tanto en almacén central como en el de nuestros distribuidores ha supuesto un importante ahorro en costes operativos para todos y, también cabe destacar, un ahorro social en lo que se refiere a la disminución de tiempos de circulación y reparto de los camiones', remarca Ros.

La etapa más difícil

La segunda fase de eDrinks, quizás la más delicada y difícil, empieza ahora. Se trata del pleno desarrollo para los distribuidores del servicio de pago electrónico y la extensión de todo el proyecto a los 80.000 pequeños clientes (bares, restaurantes y hoteles) que Cobega tiene repartidos por Cataluña, Aragón, Baleares y Canarias. Consciente de la barrera que supone el escasísimo acceso actual del comercio tradicional a las tecnologías de la información (menos de un 4% de los minoristas de España utilizan la Red para sus negocios frente al 89% de las grandes superfícies, según cifras de la Asociación Española de Comercio Electrónico y del Instituto Estadístico de Cataluña), Cobega se ha limitado, por el momento, a impulsar una prueba piloto entre una muestra de 30 pequeños clientes la mayoría de los cuales ya parten con un nivel de informatización propio.

'Es imposible predecir en cuanto tiempo se podría completar la aplicación del proyecto en todos nuestros 80.000 clientes minoristas, pero es innegable que la popularización de las tecnologías será una realidad', insiste el directivo de Cobega.