Petrobras logra sus mejores marcas y se coloca entre los grandes
La brasileña obtiene 5.200 millones de dólares de beneficio neto, por encima de su más cercana competidora en América Latina, la petrolera española Repsol-YPF
Al anunciar el resultado de 2000, la estatal brasileña de petroleo -Petrobras- logró abrirse espacio en el exclusivo grupo de megaempresas mundiales. Con benefícios netos de 5.200 millones de dólares el año pasado, la compañía brasileña se situó por encima de algunas gigantes del sector, como la francesa TotalFina (4.000 millones) o la norteamericana Texaco (2.500 millones). Además, superó con creces a su competidor más directo en el ámbito suramericano, la española Repsol YPF (2.200 millones). Es el mayor resultado jamás obtenido por una empresa brasileña, superando a la marca anterior, de 3.800 millones de dólares, registrada por la antigua estatal de telecomunicaciones Telebras en 1997.
En diez años, la inversión en el mercado de petróleo en Brasil será de 100.000 millones de dólares -
La marca obtenida por Petrobras es más de cinco veces superior a la registrada en 1999 (1.000 millones de dólares), y la eleva al pódium de las empresas de petróleo más rentables de todo el mundo. De hecho, la compañía ha llegado al sexto puesto entre las petroleras de capital abierto.
También entre las gigantes del sector la situación de Petrobras mejoró mucho. El valor de mercado de la estatal brasileña, que se calculaba en 7.600 millones de dólares en 1999, aumentó ahora a 31.800 millones. Está todavía muy lejos de Exxon-Mobil (291.800 millones), de la RD/Shell (210.600 millones), de Beyond Petroleum-BP (201.800 millones), de TotalFina (108.100 millones) o de Chevron (55.100 millones).
Los datos indican que los benefícios, en relación al patrimonio de Petrobras, son de un 37,8%. Exxon Mobil logró benefícios que representan un 24,5% de su patrimonio, y la Texaco, de un 17,6%. 'Son números excelentes, excepcionales', afirmó el presidente de la empresa, Philippe Reichstul.
Subida de precio
El sorprendente crecimiento de Petrobras se debe, en parte, a razones conyunturales, dicen analistas brasileños. O sea, gracias a la fuerte subida de los precios internacionales de petróleo registrados el año pasado. Pero los mismos analistas aseguran que no pueden ser dejadas de lado razones estructurales, es decir, una sensible mejoría gerencial en la compañía, que pasó por una fuerte reformulación de todos sus planes estratégicos para actuar dentro de las nuevas reglas surgidas a partir de la apertura del mercado brasileño. El año pasado, Petrobras produjo el promedio de 1,5 millones de barriles de petroleo al día, lo que corresponde a un 75% del consumo brasileño. Después de ejercer a lo largo de 45 años el monopolio estatal de petróleo, Petrobras pasó, a partir de 1998, al régimen de libre competencia, disputando el mercado brasileño en condiciones de igualdad con las mayores del mundo.
Para actuar en ese nuevo escenario, Petrobras tuvo que librarse del peso de la burocracia, y principalmente del corporativismo típico de las estatales brasileñas, y empezar el proceso de transformación para ser una empresa ágil y eficaz. En un primer momento de la nueva Administración, instalada en abril de 1999, hubo fuertes protestas contra lo que pareció ser un proceso de privatización de Petrobras. Pero el presidente, Fernando Henrique Cardoso, insistió todo el tiempo en que la compañía no será privatizada. El año pasado, el Gobierno brasileño vendió las acciones excedentes que poseía, pero mantuvo el control de la compañía. Parte sustancial de la venta se realizó en la Bolsa de Nueva York y dirigentes de Petrobras afirman que con 'resultados por encima de nuestras expectativas'. Alrededor de 3.600 millones de dólares han sido obtenidos con estas ventas.
El mercado del petróleo en Brasil experimentará, en los próximos diez años, una expansión inusitada. Las proyecciones, tanto del Gobierno como de las empresas del sector, indican que las inversiones totales alcanzarán los 100.000 millones de dólares.
Como muestra de que no pretende descansar sobre laureles, el presidente de la compañía, Philppe Reichstul, anunció el pasado martes que este año Petrobras invertirá 6.300 millones de dólares, y que de aquí al año 2005 el total de inversiones será de 29.400 millones. La estatal anunció además que estudia asumir una participación minoritaria en la refinaria Renor, proyecto del grupo Thyssen en el noreste brasileño, y que estudia la compra de 24% del capital de las dos distribidoras de gas natural de Río de Janeiro, controlada por Enron.
El proceso de internacionalización de Petrobras seguirá en ritmo acelerado, informa la compañía. Son dos los focos centrales de esa expansión: América del Sur y las aguas profundas del Atlántico, principalmente en la costa de Nigeria y Angola. Petrobras tiene la tecnología más avanzada del mundo en explotación y producción en aguas profundas, y tratará de expandir sus dominios en ese sector. Petrobras pretende ser, más que una productora de petróleo, una empresa integrada de energía. De esa forma, ya participa en la instalación de 31 plantas termoeléctricas de gas natural, con inversiones de unos 700 millones de dólares.
Pugna en Bolivia
El gas es tema prioritario entre los planes de la empresa. Y es en este punto en el que Repsol YPF acaba de ganarle terreno en Bolivia. Petrobras estaba asociada a la argentina Pérez Companc en la Petrolera Andina, que explota las mayores reservas de gas natural de aquel país. Hace pocos días, Repsol YPF adquirió la parte de Pérez Companc en Andina, transformándose en la mayor ostentora de reservas de gas allí.
La competencia entre Repsol YPF y Petrobras en el mercado suramericano se da, en todo caso, de manera cauta y nada agresiva. Las dos empresas llegaron a un acuerdo de cambio de activos, que está a punto de concretarse, y que dará a Petrobras una participación importante en el mercado de refino y distribución de combustibles en Argentina, y a Repsol YPF, una participación importante en refino y explotación en Brasil. Además, en la producción de gas boliviano, la estatal brasileña también está asociada a la española.
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