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PRISIÓN DE EVÍN

Del sha a la República Islámica

La prisión de Evín conecta el presente de Irán con su pasado reciente. A los pies del monte Alborz, al norte de Teherán, el recinto penitenciario construido por el sha sigue albergando en la República Islámica a los disidentes políticos.

Allí se ganó su apodo de El Carnicero Asadolá Lyefardi, quien dirigió la prisión en los ochenta cuando varios miles de disidentes políticos fueron ejecutados. En la visita de un representante de la ONU en febrero de 1996, los prisioneros dijeron que el trato había mejorado algo en los dos años anteriores.

Sin embargo, las penurias del lugar salieron a la luz de forma inusitadamente abierta durante la detención del ex alcalde de Teherán G. Karbaschí, en abril de 1998. Desde entonces, numerosos reformistas y varios cientos de estudiantes han pasado por sus celdas.

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Las cárceles del horror
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