Turquía devalúa su moneda en medio de una grave crisis política
La lira llega a perder más de un tercio de su valor
El ministro de Economía, Recap Onal, confirmó, tras la larga reunión extraordinaria celebrada por el Gobierno la noche anterior, la decisión de poner fin al estricto control de cambio que ejercía el banco central de Turquía y dejar fluctuar la divisa, que perseguía impedir que se disparase la inflación.
La principal fuerza de la oposición, el islamista Partido de la Virtud (Fazilet), advirtió de que el 90% de los funcionarios públicos del país iba a verse obligado a vivir con sueldos de hambre tras la fuerte depreciación de la moneda. 'La salida más corta para este problema es la convocatoria de elecciones anticipadas', afirmó el líder del Fazilet, Recai Kutan, heredero político del ex primer ministro Necmettin Erbakan. La Fiscalía General del Estado tiene abierto un proceso para ilegalizar al Partido de la Virtud por no acatar la Constitución laica, al igual que se hizo con el Partido del Bienestar en 1998, después de que la cúpula militar forzara la dimisión de Erbakan.
El Partido de la Recta Vía (conservador), que se mantuvo en el poder durante la mayor parte de la década de los noventa, clamó también ayer desde la oposición para pedir la caída del Gabinete. La líder de esta formación, la ex primera ministra Tansu Çiller, reclamó la formación de un Gobierno de unidad nacional, dirigido por tecnócratas, que organice la convocatoria de elecciones legislativas anticipadas antes de que finalice el año. 'Ha sido la mayor devaluación de la historia del país; el Gobierno debería asumir su responsabilidad y dimitir inmediatamente para poder preparar las votaciones', advirtió Çiller.
La coalición que encabeza Ecevit no parece dispuesta, sin embargo, a tirar la toalla. El propio primer ministro, como líder del Partido Democrático de Izquierda (socialdemócrata), ha asegurado -a sus 75 años- que piensa seguir al frente del Gabinete y que ha convocado para el lunes la reunión del Consejo de Seguridad Nacional que fue cancelada el pasado día 19, a raíz de su disputa con el presidente Sezer ante los jefes de las Fuerzas Armadas.
Acontecimientos políticos
'Los problemas no se solucionan sólo convocando elecciones, ya que la economía turca se ve demasiado afectada por los acontecimientos políticos', explicó Ecevit tras una reunión con sus socios del Gobierno.
El Partido de la Madre Patria (conservador), su principal aliado en la coalición gubernamental, tampoco parece partidario de abrir la puerta a unos comicios adelantados. 'Puede haber tal vez un reajuste interno del Gabinete, pero no parece que vaya a haber cambios en la coalición', aseguró Ahat Andican, vicepresidente del Partido de la Madre Patria. 'Convocar elecciones en este momento equivaldría, de alguna forma, a un suicidio político', reconoció Andican.
Los analistas políticos de Ankara coinciden en señalar que Ecevit ha perdido gran parte de su prestigio tras más de 14 meses en el poder, pero ni los militares ni los grandes conglomerados económicos que controlan el poder real en Turquía parecen tener una fórmula de recambio a la que ha funcionado a partir de las elecciones de abril de 1999: la coalición de socialdemócratas, conservadores y extrema derecha.
La poderosa organización Iniciativa Civil, que agrupa a los principales sindicatos y asociaciones empresariales de Turquía, pidió ayer la dimisión de los ministros del área económica. 'Los responsables de la crisis tienen que pagar por sus errores. Los ministros burócratas e incapaces deber ser reemplazados por personas más competentes', reclamaba Iniciativa Civil en un comunicado difundido ayer.
Pero la opinión pública, que ha expresado su apoyo en las encuestas al presidente Sezer en su enfrentamiento con el primer ministro, puede forzar una salida política bien distinta si la crisis económica se agrava. 'La gente está pagando muy caro el enfrentamiento de los políticos', se quejaba ayer un profesor turco en la cola de una oficina de cambio de moneda. A su lado, un pensionista se lamentaba con amargura: 'Hoy debo casi el doble que ayer'. La mayoría de los turcos pide sus créditos en divisas para intentar escapar de la galopante inflación.
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