La rebelión de las cantineras

Ninguno de los implicados en este conflicto quiere hacer un paralelismo con los enfrentamientos de los dos alardes guipuzcoanos, pero la Tamborrada que celebra Vitoria cada 27 de abril por su patrón provincial, San Prudencio, puede verse empañada este año por lo que sus protagonistas femeninas califican de discriminación. Las integrantes del colectivo festivo han amenazado con abandonar el desfile si se les exige sumarse formalmente a las sociedades gastronómicas que lo organizan para poder salir como instrumentistas, en igualdad con los hombres.

Un grupo de 34 mujeres que han formado hasta este año la comitiva de majorettes, cantineras y caseras manifestaron su intención de desfilar como músicos -tambores y barriles-. Las sociedades gastronómicas, formadas exclusivamente por hombres, rechazaron el pasado 14 de febrero la demanda con ocho votos en contra, seis a favor, dos abstenciones y uno en blanco.

Las mujeres han recibido desde el primer momento el apoyo de la Diputación y de todos los partidos. La institución foral ha anunciado incluso que retirará la subvención de 400.000 pesetas a los txokos que rechacen la participación mixta en las celebraciones de abril.

Los representantes de las peñas niegan la mayor. Aseguran que para formar parte de la comitiva hay que pertenecer a alguno de los colectivos gastronómicos o crear uno propio. 'No discriminamos a nadie', señala Pedro Lacalle, responsable de la junta que reúne a estas entidades. 'Existen unos estatutos y los tenemos que aplicar a todo el mundo de igual modo'. Así, emplazan a las mujeres a cumplir la normativa. La propia junta se reserva el derecho de admisión de las nuevas propuestas.

Las afectadas rechazan esta exigencia y replican que en 26 años de Tamborrada 'mucha gente no perteneciente a ninguna sociedad ha salido sin problema alguno', indicó ayer Pilar López de Landatxe, portavoz de las mujeres. Pese a que han reiterado su intención de reunirse con los representantes de los txokos, amenazan con no salir este año si las sociedades se mantienen en sus planteamientos. Koldo Aristondo, tambor mayor e impulsor de esta celebración asimilada de la tradición guipuzcoana, defiende la libertad de opciones. 'Un 20% de los músicos no forma parte de ningún colectivo y hasta ahora nadie les ha dicho nada', asegura.

La Diputación, organizadores de la Tamborrada oficial, en que participan unas 200 personas, observaron la polémica a distancia en un primer momento, pero finalmente han puesto por delante la integración femenina. 'Es un contrasentido que en la Tamborrada infantil salgan niños y niñas y que en la de los mayores no exista esta equiparación', subraya el popular Carlos Samaniego, diputado de Administración foral.

Los txokos han mostrado su intención de salir el 27 de abril 'con subvención o sin ella', mientras las cantineras rechazan crear una sociedad propia.