Una casa diseñada para el ahorro

El visitante se queda sorprendido según va caminando por la calle de Emilio Ortuño, en el distrito de Puente de Vallecas, por los grandes ventanales que existen en una fachada. A la altura del número 36, la estética del barrio cambia y los ladrillos de color rojo dejan paso a un tono grisáceo repartido en grandes bloques iguales. Se trata de un edificio construido por la Empresa Municipal de la Vivienda (EMV) que ha recibido el premio de calidad a la innovación, que concede la Comunidad de Madrid.

Este edificio de 28 viviendas de protección oficial presenta varias novedades. Cuenta con un sistema de calefacción con el que se ahorra hasta un 30% de energía y recibe el agua caliente con tarifa nocturna. Todos los pisos cuentan con acumuladores que permiten que el calor pueda ser utilizado durante todo el día. 'Gozamos de unas comodidades y de unos servicios que muchas casas de precio libre, que cuestan mucho más dinero, no tienen', asegura el secretario de la comunidad de propietarios, Juan Castellano. 'Por ejemplo', añade, 'hemos pagado 20.000 pesetas de electricidad en los dos últimos meses, y eso que está incluida la cocina, que es de vitrocerámica; la calefacción, y la caldera del agua caliente. Me parece muy poco para todo lo que tenemos'. El precio de las viviendas depende de la renta de los inquilinos. En el caso de Juan Castellano, le costó dos millones y medio de pesetas.

Unos grandes ventanales que se extienden desde casi el techo hasta el suelo permiten la entrada de mucha luz. 'Gracias a esta fórmula, en muchas habitaciones no tenemos ni que encender la calefacción, porque nos da el sol todo el día y se calientan los cuartos', explica una vecina.

La utilización de nuevos materiales de fontanería y un sistema de construcción con paneles prefabricados de fachadas completan las mejoras de este edificio, que entregó la EMV el 11 de marzo de 1999. 'Hemos notado muchos cambios, porque antes vivíamos en la Colonia de San Pablo, cerca de la avenida de Buenos Aires. El piso que teníamos estaba muy viejo y además se había llenado de gente que no hacía más que molestar. Estaban todo el día haciendo ruido y la policía no hacía nada', explica María García, una vecina del portal 36.

A pesar de las novedades de su construcción y del ahorro de energía, los residentes protestan por la existencia de humedades. Aseguran que cerca del aparcamiento subterráneo pasa un arroyo y que, al carecer aquél de una rejilla para el desagüe, el agua se filtra. 'Nos hemos quejado muchas veces y los responsables de la vivienda dicen que es un problema nuestro', señala el secretario de la comunidad. Los vecinos han tenido que colocar cemento en dos plazas de aparcamiento para que el agua no se extienda por todo el local.

La humedad también ha afectado a las viviendas. José Villarreal, que vive en el primer piso, muestra una grieta que ha aparecido en el salón. 'En lugar de abrirla y arreglarla en condiciones, le pusieron un poco de cemento. Nada más'. Igual opina su vecina del bajo, Dionisia Pérez. Para ella, su nueva casa 'resulta un cuartel', por lo grande que es y por la cantidad de humedades que sufre. 'Estaba mejor en mi otra casa. Dónde va a parar. Aquí no nos dieron ni los muebles de la cocina', se queja esta mujer.