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La policía detiene en Castelldefels a dos mafiosos acusados de 29 asesinatos en Rusia

La llamada operación Oreskoskaia, que es así como se denominaba el grupo mafioso, culminó sobre las 2.00 de anteayer en un club de alterne situado en la autovía de Castelldefels, una de las carreteras más transitadas de la provincia de Barcelona y al que acudían habitualmente los detenidos.

Antes de que la policía española irrumpiera en el local, agentes rusos desplazados especialmente para la operación identificaron a los dos huidos: Sergei Butorin, de 36 años, y considerado el jefe de la banda, y Marat Poliansky, de 28, su lugarteniente. Ambos prestaron mucha resistencia a la policía, por lo que la detención resultó violenta. Los dos ciudadanos rusos estaban armados con sendas pistolas CZ 75, de fabricación checa y nueve milímetros Parabellum, cada una con una bala en la recámara.

Posteriormente, fue registrado un chalé que tenían alquilado desde hacía tres meses en el mismo municipio costero de Castelldefels y donde se les intervinieron dos subfusiles ametralladores marca Ingram de 7,65 milímetros, varios cargadores, abundante munición, un silenciador y documentos falsos. Los dos detenidos pasarán a disposición del Juzgado Central número 3 de la Audiencia Nacional, encargado de tramitar las diligencias de extradición a su país, mientras que un juzgado del municipio de Gavà tramitará otra causa contra ellos por tenencia ilícita de armas y falsificación de documentos.

'Los dos detenidos no vinieron a España a delinquir, sino a refugiarse', explicó ayer Antonio Jiménez, inspector jefe de la Sección de Crimen Organizado de la Jefatura Superior de Policía de Cataluña. En su opinión, la elección de Castelldefels responde a un intento de pasar desapercibidos, pues se trata de una localidad muy turística en la que la presencia de ciudadanos europeos es muy habitual. La policía también explicó ayer que para facilitar su llegada a España los dos detenidos emplearon pasaportes y permisos de conducir con una identidad griega.

Control de una petrolera

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Los investigadores atribuyen a Sergei Butorin haber ordenado o ejecutado personalmente 29 asesinatos en la Federación Rusa, mientras que a Poliansky se le implica en seis asesinatos consumados y tres en grado de tentativa. Entre estas víctimas figuran seis policías, empresarios, la fiscal que investigaba sus actividades delictivas, así como integrantes de bandas rivales. Las actividades delictivas de la banda Oreskoskaia se centraban en el sur de la provincia de Moscú y en Ucrania, donde actualmente se disputaban el control de la petrolera Luck Oil.

Cuando la Interpol ordenó la búsqueda y captura de los dos presuntos criminales se sospechaba que podían haberse ocultado en un país de Oriente Próximo o en el sur de Europa, pero en el pasado otoño, los investigadores del Cuerpo Nacional de Policía obtuvieron informaciones que apuntaban la posibilidad de su presencia en el área metropolitana de Barcelona. En las investigaciones posteriores participaron diversas unidades de la policía y el Grupo de Mafias Rusas de la Unidad Central de Policía Judicial. También se sumaron tres altos responsables de la policía rusa desplazados expresamente a España.

Uno de ellos, coronel de la Interpol en Moscú y cuya identidad declinó facilitar ayer por motivos de seguridad, aseguró que la banda empezó practicando la extorsión, luego pasó al tráfico de armas y acabó practicando el asesinato a sueldo. Según declaró, los detenidos eran unos de los mafiosos más buscados en Rusia. 'No era una de las bandas más numerosas, pero sí de las más peligrosas que actuaban en Rusia', precisó el coronel.

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