La inestabilidad complica la colocación de las filiales de móvil
La fragilidad con que se mueven las telefónicas en Bolsa no augura nada bueno para las próximas colocaciones del sector y podría arruinar algunos proyectos en marcha. Las agencias de calificación de riesgos ya se han hecho eco de esta situación. Moody's rebajó dos puntos las calificaciones de la operadora holandesa KPN y advirtió de que podría hacer lo mismo con Deutsche Telekom (DT) y British Telecom (BT). Las tres compañías están pendientes de sacar a bolsa sus filiales de telefonía celular. Además, el resultado de las últimas colocaciones ha sido desfavorable. Los inversores que acudieron a la segunda privatización de Deutsche Telekom en junio del año pasado acumulan una pérdida a día de ayer del 60%, de acuerdo al precio de colocación. Con Telefónica Móviles, los inversores han perdido un 18,18% en poco más de dos meses. Por último, la venta de títulos de KPN en noviembre pasado ha provocado una pérdida del 22% a los inversores.
Las telecomunicaciones protagonizaron el ejercicio bursátil de 1999, comenzaron su declive en el 2000 y cuando empezaban a recuperar posiciones a principios de 2001, vuelven a las horas bajas.
Tomando como referencia el último año, las cotizaciones de las operadoras de telefonía han caído de una forma muy importante, restando gran parte de la ganancia que acumularon en 1999. Telefónica ha perdido el 39,69% de su valor respecto a febrero de 2000, una caída que, junto a la de Telecom Italia ha sido la más moderada del sector. Deutsche y France han perdido el 66% y el 58% de su valor en los últimos doce meses. British Telecom cede el 42%.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.