Ahorro solidario
La red Enclau, formada por cuatro ONG y Caixa Popular, ofrece productos financieros de ayuda social
Una elección aparentemente tan intrascendente como decidirse a realizar un depósito en uno u otro banco, o inclinarse por las condiciones de una u otra libreta de ahorro tiene consecuencias que trascienden las que se ciñen estrictamente a los números y la rentabilidad. Ésta es la idea que ha alimentado la creación de Enclau, una red formada por cuatro organizaciones no gubernamentales (ONG) , en colaboración con la Caixa Popular, dirigida a ofrecer fórmulas de financiación alternativas a las convencionales, caracterizadas por los altos intereses y sometidas a la regla de la rentabilidad por encima de todo.
Uno de los principios que derivaron en la formación de la red Enclau es la necesidad de concienciar a la gente sobre la idea de ser responsable en el uso del dinero. O, de otro modo: 'La forma en que se usa el dinero, en que se ahorra, tiene consecuencias sociales' en boca de Liduvina Calatayud, responsable de educación para el desarrollo de Atelier, una de las cuatro entidades implicadas. De acuerdo con este planteamiento, si el dinero se destina a la banca tradicional, la referencia es la obtención del máximo beneficio, con lo que se mantienen las desigualdades entre el Norte y el Sur. Uno de los ejemplos que plantean para ilustrar esta situación son las consecuencias de industrias altamente rentables como las petrolíferas. Invertir en Repsol, señalan, supone apostar por el agotamiento de recursos naturales, la contaminación o, en el caso de Colombia, por el desplazamiento de grupos sociales enteros para realizar perforaciones en sus tierras.
A esta circunstancia se suma que los modelos tradicionales de ayuda a países en vías de desarrollo, basados en donaciones a fondo perdido o ayudas estatales vinculadas a intereses estratégicos, se han mostrado insuficientes. De un año al siguiente, señala Iván Cuesta, responsable de financiación alternativa de Ingenieros Sin Fronteras, otra de las entidades integradas en la red Enclau, un país puede dejar de ser un objetivo prioritario, con lo que los fondos que distribuye el Ministerio de Exteriores no aseguran una continuidad en proyectos de cooperación internacional. Por no hablar de los altos intereses que exigen los bancos en los países receptores de ayudas, donde levantar un pequeño negocio pasa por soportar préstamos de intereses que pueden alcanzan el 35%.
Como alternativa a esta situación, las ONG Atelier, Ingeniería sin Fronteras, el Centro de Estudios Rurales y de Agricultura Internacional (CERAI) e IUNA, han creado junto a la Caixa Popular productos financieros cuyos beneficios se destinan a proyectos de economía social tanto en España como en países en vías de desarrollo. Hasta el momento se trata de la libreta solidaria y el depósito solidario, en los que desde el 50% hasta el porcentaje que se desee, los beneficios de los ingresos se destinan a promover proyectos de economía social. La libreta ofrece intereses de entre el 1,5% y el 3% y el depósito, una imposición a plazo fijo de 25 meses, contempla una remuneración de intereses entre el 3% y el 5% nominal con un importe mínimo de 300.000 pesetas. En ambos casos los destinatarios de los beneficios será la cooperación internacional, la lucha contra la exclusión social, la defensa de los derechos de las mujeres y la defensa del medio ambiente y el desarrollo rural.
Cada una de las entidades aporta su experiencia en las parcelas donde trabaja. Atelier, fundada en 1989, centra sus esfuerzos en la cooperación internacional al desarrollo, especialmente en Centroamérica, Colombia y Perú. Ingenieros Sin Fronteras trabaja en la educación para el desarrollo en la Comunidad y está vinculada a programas formativos que se ofertan en las escuelas de ingeniería de la Universidad Politécnica de Valencia. CERAI aporta sus conocimientos en impulso del desarrollo rural, cursos de especialización para inmigrantes y sensibilización. A ellos se suma Iuna, una entidad creada para el desarrollo y consolidación de empresas de interés local, de apoyo a grupos socialmente desfavorecidos, fundamentalmente en el barrio de La Coma, que por circunstancias personales, profesionales o sociales han quedado excluidas del mercado laboral.
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