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Bush expresa su desagrado por las investigaciones sobre el 'caso Rich'

A Bill Clinton, otra vez en el papel de apestado político, le salió anoche un insólito valedor, George W. Bush. El presidente expresó su 'desagrado' por las investigaciones del Congreso sobre el caso Marc Rich y, en general, la obsesión de sus propios correligionarios conservadores con Clinton.

'Ya es hora de pasar página', declaró. Pero el comité de Asuntos Judiciales del Senado inicia hoy sus audiencias sobre el caso Rich, paralelas a las puestas en marcha la pasada semana por el comité de Reforma del Gobierno de la Cámara de Representantes. Por espíritu corporativo, por dar una nueva muestra de su voluntad de reconciliación, por cálculo político o quizá pensando en que él también tendrá que dejar algún día la Casa Blanca, Bush rompió anoche una lanza a favor de Clinton. No solo dejó claro que no le gusta que el Congreso husmee el controvertido perdón al millonario fugitivo Rich, sino que añadió: 'Todas esas acusaciones sobre que Clinton se llevó cosas de Air Force One no son verdad'. Se refería a la historia que afirma que Clinton y los suyos se llevaron copas de champán y otros recuerdos del avión presidencial, en el último viaje que hicieron a bordo.

Era imposible predecir anoche si los republicanos escucharán a su líder y dejarán de apretar el acelerador de sus investigaciones sobre los escándalos protagonizados por Clinton en su salida de la Casa Blanca. Antes de que Bush hablara, el Congreso había notificado que quiere saber si Rich, que, según su abogado, se considera español e israelí, sigue siendo ciudadano estadounidense. De no ser así, sus donativos al Partido Demócrata y Bill Clinton serían ilegales.

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