Rusia admite por primera vez que un torpedo hundió el 'Kursk'
Según Klebánov, está 'absolutamente claro' que un torpedo tuvo que ver con el accidente desde el principio, ya fuese por un impacto exterior o porque 'se desarrolló algún proceso en el interior de un torpedo'. El estudio de los proyectiles que portaba la nave es uno de los dos programas de experimentación actualmente en curso. El segundo tiene que ver con el análisis de los restos extraídos del interior del sumergible (incluida la cámara de torpedos) y del fondo del mar de Bárents próximo al lugar de la catástrofe.
Será difícil, sin embargo, que se llegue a ninguna conclusión definitiva hasta que el Kursk no sea izado a la superficie y examinado a fondo. Será ésa una compleja y costosa operación, prevista para el próximo verano y en la que resultará vital la ayuda exterior, prestada a través de un consorcio internacional. También provocará un enorme impacto emocional entre los familiares de los marineros, pues reabrirá las heridas de la catástrofe; la mayoría de los cadáveres de los tripulantes siguen aún en el interior del submarino. Altos mandos de las Fuerzas Armadas rusas han mostrado reiteradamente su convicción de que el Kursk -el orgullo de la flota nuclear considerado casi indestructible- se fue a pique por el choque con un submarino de la OTAN.
La hipótesis exterior
Klebánov señaló ayer que esa hipótesis 'sigue siendo una de las principales'. Pero su anuncio de ayer parecía preludiar que finalmente se anunciará que el enemigo no fue externo, sino interno e imposible de desligar de la decadencia económica y tecnológica de Rusia en los últimos años, algo que se trataba de tapar.
Cuando la nave se fue a pique el pasado agosto, participaba en unas maniobras militares en las que, al parecer, se experimentaba con un nuevo tipo de torpedo y de combustible.
[Fuentes militares estadounidenses sostienen que el nuevo tipo de torpedo experimentado viaja a más del doble de la velocidad del actual y con una mayor carga explosiva. Esta era la razón por la que navíos estadounidenses siguieron de cerca el curso de aquellas maniobras que terminaron con el trágico hundimiento del Kursk.]
El viceprimer ministro no dijo ayer ni una palabra de la tercera gran hipótesis manejada oficialmente hasta ahora (choque con una mina de la II Guerra Mundial), que queda así prácticamente arrumbada.
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