Un nuevo fallo evita un atentado de ETA con coche bomba en Madrid

Hace tres meses y 11 días que ETA cometió su último atentado con coche bomba en Madrid, con el resultado de cuatro muertos: el magistrado José Francisco Querol, su escolta, su chófer y el conductor de un autobús municipal que circulaba por la zona cargado de viajeros.

Ayer, el Renault Clio robado, con matrícula doblada y una olla con 40 kilos de dinamita titadyne en su maletero, no hizo explosión por un fallo en el dispositivo detonador, según la policía. La carga explosiva, perteneciente a la partida robada por ETA en Francia el 28 de septiembre de 1999, está caducada desde diciembre. Los etarras, según fuentes de la lucha antiterrorista, se han visto obligados a aumentar la carga de los artefactos para evitar fallos como el de ayer y mantener el potencial destructivo del explosivo.

La policía no había identificado anoche a la víctima elegida por los terroristas para el atentado, aunque sospecha que pudiera tratarse de un consejero del Tribunal de Cuentas. El coche bomba estaba aparcado cerca de la Audiencia Provincial de Madrid y en un barrio en el que residen militares y periodistas.

ETA ha golpeado en Madrid en cinco ocasiones -tres de ellas frustradas, y las otras dos, con cinco víctimas mortales- desde que rompió su tregua. La policía cree que el comando que actuó ayer es el mismo que asesinó al magistrado Querol.