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Los trabajadores podrán obtener un título acreditando su capacidad en el puesto de trabajo

Más de 7.000 trabajadores vascos en activo sin cualificación o que tratan de mejorarla sin disponer de un título obtendrán un certificado el próximo mes de septiembre que acredite sus conocimientos y destrezas, después de seguir durante dos años diferentes cursos organizados por el Gobierno. Se trata de la primera promoción de trabajadores que conseguirá el certificado tras pasar por el Sistema de Cualificaciones Profesionales, puesto en marcha por el Gobierno para regularizar las diversas formas de adquisición de la competencia necesaria para trabajar en cualquier empresa. Además, es el primer paso para poder optar a un título profesional.

Este sistema, que se encuadra en el marco del plan general de FP aprobado en 1997, sirve para identificar qué profesionales necesitan las empresas, define la competencia e informa a las personas sobre cómo pueden alcanzar el nivel de profesionalidad requerido, y certifica las cualificaciones que hayan adquirido. Los operarios que lo deseen podrán obtener el certificado oficial a través de diferentes cursos de reciclaje que les permitirán acreditar que conocen su oficio y desempeñan su trabajo con todas las garantías, aunque no dispongan de la titulación adecuada.

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Más de 7.000 trabajadores lograrán este año un certificado profesional

El director de Formación Profesional del Gobierno vasco, Jorge Arévalo, explica que el Sistema de Cualificaciones Profesionales se basa en un catálogo con los contenidos esenciales para llevar a cabo las acciones formativas que emprenda cualquier entidad o agente con sus trabajadores. De este catálogo se nutren la formación reglada, ocupacional (para operarios en activo) y la continua (para parados).'Las tres se centran en ese catálogo para tener un único referente profesional. No hay un técnico en electrónica para la Formación Profesional ocupacional, otro para la reglada y otro para la continua. La formación es la misma en las tres ramas', señala Jorge Arévalo, director general de Formación Profesional.

Por el momento, los operarios en activo están desarrollando los cursos a través de la formación profesional ocupacional (desarrollada por Hobetuz), pero en los próximos meses también se podrá acceder al certificado a través de la Agencia de Evaluación de la Competencia, una vía abierta para aquellos empleados sin un título académico (graduado escolar, formación profesional o licenciatura universitaria), pero que cuentan con una experiencia laboral y no disponen de tiempo para pasar por cursos. Es lo que se conoce como autoformación o aprendizaje no formal.

Los expertos de esta Agencia analizarán la documentación presentada por los interesados y comprobarán su cualificación desplazándose a su lugar de trabajo habitual para comprobar directamente la actividad para la que dice que está preparado. Tras este proceso se podrá emitir un diploma acreditativo.

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Flexibilidad

El responsable educativo destaca una de las virtudes más importantes del Sistema de Cualificaciones Profesionales: la flexibilidad. 'Para algunos trabajadores ya no será necesario estar en un centro cinco días a la semana durante tres años para conseguir un título. Ahora se le podrá indicar si a lo largo de su vida profesional ya tiene adquiridas una serie de competencias. Con eso generamos la flexibilidad, tanto en tiempo, como en forma. Se podrá lograr una cualificación con el margen de tiempo que una persona desee', resalta Jorge Arevalo.

Los expertos del Sistema dirán al trabajador en activo, por ejemplo, que con 40 horas de formación en un determinado centro podrá decidir qué tipo de competencia quiere adquirir y qué módulos van asociados a esa especialidad. No se le va a marcar una pauta, sino que el propio trabajador escogerá lo que quiere realizar en cada momento.

Según el director de Formación Profesional, no sólo se trata de reciclar a las personas, sino que hay que hacerlo con una idea clara: un plan estratégico, que además de preparar técnicamente, permita a los ciudadanos disponer de una formación de base, que en muchos casos falla. 'Es un conglomerado de formación técnica, de base y de competencias transversales (la formación de trabajo en equipo)', resume Arevalo.

Otro gran objetivo

La vinculación de las necesidades de las empresas con la competencia real de los trabajadores es el otro gran objetivo. 'Las grandes empresas se están dando cuenta de los beneficios que aporta el nuevo sistema y liberan a sus trabajadores para que se reciclen. Sin embargo, es muy importante penetrar también en los pequeños negocios', apunta el responsable del Gobierno de Formación Profesional.

En su opinión, muchas veces este tipo de empresas están tan obsesionadas con sacar adelante el trabajo del día a día, que no se dan cuenta de cómo van cambiando las cosas y de que lo que hoy vale, mañana no. 'Tienen que estar preparados para estos cambios y el Sistema de cualificaciones profesionales se lo ofrece de una forma cómoda', añade Jorge Arevalo.

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