Bondades

He de manifestar mi apoyo a todo lo que 95 miembros de la Coordinadora de Profesores de Enseñanza Secundaria de la Comunidad de Madrid expresan en su escrito publicado recientemente en el diario EL PAÍS.

Todo lo allí expuesto es bien cierto. Las bondades que comporta para el joven estudiante el hecho de compaginar el estudio de la música con los estudios básicos y posteriores parecen ser bien positivas. El estudio de esta materia estimula el intelecto del joven alumno, haciendo que mejore ostensiblemente su rendimiento en todas las actividades que lleva a cabo.

La labor que tienen ustedes, los maestros actuales, es de tal importancia, tan ingente, si es que no quieren caer en los mismos defectos y arbitrariedades de años pasados en los centros de enseñanza musical, que han de demostrar una vez más -no siempre ha sido así- que la música es un verdadero vehículo de formación humanística. Pero han de explicar también que no es suficiente, la música, si no va acompañada de actitudes rectas, de ejemplaridad en el comportamiento diario. No es suficiente el facultar al alumno para que tenga un alto rendimiento intelectual; esto, por sí solo, por importante que parezca, no mejora las cualidades fundamentales que ha de tener el ser humano.

Está claro que hay que reproducir estos escritos, las experiencias de todas estas personalidades que ustedes citan. Son ciertas estas virtudes que atribuyen a esta disciplina, pero, cuidado, en demasiadas ocasiones dichos escritos sirven para que algún desaprensivo se aproveche de estas manifestaciones, se sienta satisfecho de todo lo que estos pedagogos, intelectuales, ensayistas o pensadores de prestigio internacional escriben sobre la música. Les van bien estos escritos, se sienten importantes, su egolatría se amplifica hasta alturas a veces insospechadas. Música sí, pero no sólo ella; una formación humanística se puede adquirir de muchas maneras: historia, religión, filosofía, ética, literatura...

La música en España ha tenido siempre muchos problemas, y parece que va a continuar teniéndolos. No tenemos solución. Uno de los pocos escritos positivos, sensatos, que se han leído últimamente dentro del campo de la enseñanza musical es el publicado en los medios de comunicación recientemente; son unas declaraciones del director de la Escola Superior de Música de Catalunya, señor Gerard Claret, en las que dice: 'La Escuela Superior de Música de Cataluña no tiene que ser elitista, sino selectiva, como se hace en los principales centros musicales del mundo'.

Parece que estas manifestaciones del profesor Claret están llenas de sentido común. No parece que lo que hacen en los principales centros de educación musical del mundo pueda perjudicar a nadie...-